Jose Antonio Orts
Formas híbridas
El IVAM exhibe en una exposición buena parte de las obras de su colección
que escapan a la denominación de la escultura. Hay piezas de importantes
artistas actuales como Richard Hamilton, James Turrell, Richard Serra,
Christian Boltanski o Juan Muñoz.
La fantástica elasticidad del concepto de instalación ha permitido reunir bajo
esa etiqueta una gran cantidad de trabajos difícilmente catalogables como meras esculturas tradicionales o como
novedosos environments. De hecho, como bien sabemos, las instalaciones representan, junto a los
llamados nuevos medios más o menos determinados por la tecnología, uno de los más evidentes y
fértiles caminos a través de los cuales se ha hecho posible ir más allá de las
viejas e insignes formas específicas -dibujo, pintura, escultura, arquitectura-
en las que se han venido desplegando las artes plásticas hasta el presente.
Esto está bien o incluso muy bien, pero, por lo mismo, no deja de plantear
ciertos interrogantes. En las obras de la colección del IVAM que ahora se
presentan, estos interrogantes no se despejan en absoluto, pero sí se dejan ver
con bastante claridad. De hecho, las instalaciones de que hablamos incluyen las
cosas más diversas: desde una reconstrucción de 1990 de la Fun House, el sofisticado espacio
pop concebido en 1956 por Richard Hamilton, John McHale y John Voelcker (del
Independent Group), hasta una gran pieza de escayola, hierro y madera de Bruce
Nauman -Model for Tunnels-, pasando por trabajos de James Lee Byars -The Rose Table
of Perfect, 3.333-, de Christian Boltanski, Dieter
Roth, Gilberto Zorio, Richard Serra, Gordon Matta-Clark, Miquel Navarro -Soca; Fluido en la urbe-, Juan Muñoz, Federico
Guzmán o José Antonio Orts.
Pero, aun cuando sea indudable el valor de estas y
otras obras, la verdad es que no está nada claro en qué medida pertenecen
plenamente todas ellas al territorio de las instalaciones. En realidad, bien
podría tratarse de esculturas, sin más (ni menos). Esto se hace también
bastante patente, por ejemplo, en la abigarrada estantería de Carmen Calvo -En
el centro- o en esa suerte de camello de Nacho Criado -B.T.
desértico- o el Aro de oro de Juan Navarro Baldeweg,
las ventanas llenas de especias de Dieter Roth -Gewürzfenster- o
el Porterville de James Turrell. No es cuestión de negar el
valor de estas y otras piezas, pero sí cabe preguntarse hasta qué punto no son
sino obras característicamente híbridas -específicas, si se
quiere decir así- que obedecen a una lógica autónoma desprovista de la retórica
que suele asociarse con las instalaciones.
En realidad, algo
parecido sucede con la parte dedicada a los nuevos medios, que
no son otros que el vídeo, el cine y la fotografía (el universo de la red queda
fuera de consideración). Hay varios vídeos, alguno muy divertido, de Nauman,
junto a los de Dara Birnbaum -con suWonderwoman-, Muntadas o John
Baldessari, y películas de Fichli & Weiss -la fascinante Der Lauf
der Dinge- o Antoni Miralda. En conjunto, la exposición nos ofrece un
excelente testimonio de una colección reunida con una notable amplitud de miras
y, por lo demás, no mal articulada. En todo caso, no hay que darle muchas
vueltas. Hablar de instalaciones y denuevos medios es
a veces sólo una manera de hablar: una manera voluntariamente imprecisa.
de Babelia (VICENTE JARQUE)
INSTALACIONES Y NUEVOS MEDIOS EN LA
COLECCIÓN DEL IVAM
Guillén de Castro, 118 – Valencia.
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