Cuando vas al cine a ver una película de Woody Allen ya sabes lo que vas a ver, te imaginas que habrá: enredos, dudas morales, existencialismo, desamores, infidelidades, y de vez en cuando, algún que otro asesinato envuelto en ese tonillo satírico y frívolo con el que el director suele decorar sus pelis.
Pues bien, no hay sorpresas, eso es justo lo que vas a encontrar en Vicky Cristina Barcelona, la nueva película de Allen en la que el director, muy en lo suyo en cuanto a temática, retoma un estilo que quizás había dejado aparcado en un cajón desde hacia ya algunos años. O al menos, así lo intuyo.
Y es que llevaba ya algún tiempo, sin traer a la pantalla una película en la que el sentimiento es punto de partida, clímax y desenlace, a veces incluso de manera empalagosa.
Vuelve la genialidad de Allen? No sé si podría afirmar esta pregunta, en algunos momentos del film le surge a uno la duda de si lo que está viendo en realidad no es más que una comedia romántica mediocre con un humor diferente… aunque tomando como referente sus dos últimas y anteriores películas Scoop y Macht Point, esta me haya convencido mucho más
Vicky cristina Barcelona, comedia pasional donde las haya se ha rodado en Barcelona. La trama presenta dos estudiantes neoyorquinas que van a la ciudad a pasar sus vacaciones. Allí, conocen a un famoso pintor, popular por sus excentridades y sus desventuras con su ex mujer. A partir de aquí llega el enredo entre las dos turistas, el pintor y la ex mujer de este. Una trama que entretiene algunas veces y llega a ser pesada en otras.
Un punto a favor, la imagen que proyecta de Barcelona, ciudad europea, inteligente, culta, miscelánica, bohemia, con un colorido especialmente atrayente…. aunque no logre escapar en muchas escenas de los tópicos “typical spanish”.
En el reparto, un espectrograma de personajes tratados de manera hiperbólica; su ya habitual Scarlet Johanson, Barden, Penélope cruz…El papel de Barden muy acertado y una Penélope que para mí se lleva la palma. Su interpretación es uno de los puntos más acertados de la película, es la pieza clave, la guinda del pastel.
En fin, no es una maravilla de peli, pero tampoco es mala ni deja indiferente, os la recomiendo, aunque mucho me temo que no va a acabar de gustar a sus fans más acérrimos.
Y claro hay que decirlo, sí, una peli muy comercial, sin embargo, como digo, no por ello deja de ser buena.
Daros una vuelta por el cine, acabareis viéndola porque en estos momentos la cartelera no te deja muchas más opciones, quizás el ché, los girasoles ciegos…cuyas impresiones os dejaré en otro post.
Y aquí acabo.
Jenni Arnau
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