31/8/10
25/8/10
Arte & facto. El lado oscuro del corazón 2
20/8/10
Los chicos rebeldes. Uberto Stabile
LOS CHICOS REBELDES
los chicos rebeldes se han vuelto tiernos con la edad
se emocionan leyendo poemas,
circulan lento frente a los escaparates del pasado
han abandonado el gusto por las citas
y envejecen con cierta elegancia,
a sus novias ya no les dicen tía
les llaman corazón,
han aprendido a lavar la ropa, a planchar y a doblar
con cuidado acierto
cada uno de sus errores,
a los chicos rebeldes el amor ya no les quita el sueño
pero no podrían vivir ni un sólo día sin amar,
hacen trampas con el tiempo pero tienen los días contados.
los chicos rebeldes saben que ya no volverán a caminar
sobre ninguno de sus propios pasos
por eso ahora cada caricia es siempre la primera
cada beso el último beso.
ya no persiguen ni se hacen perseguir
son incómodos frente a la ambición
aman las causas perdidas
y nadan contracorriente.
los chicos rebeldes con la edad toman pastillas que no les drogan
drogas que no les matan
y mueren un poquito cada día
sin perder el brillo errático de sus miradas.
los chicos rebeldes han aprendido a despedirse sin decir adiós
se van sin hacer ruido ni dejar rastro
solos
con el mundo dentro.
u.s.
Rene Char. Codex de Poetas
Poeta francés nacido en Isle-sur-Sorgue, en 1907.
Pertenece a lo que podría llamarse segunda generación surrealista iniciada en 1929, coincidiendo con la primera crisis señalada por el segundo manifiesto de Breton aparecido ese año. En 1934, debido a su afán de perfección formal, se alejó paulatinamente del movimiento surrealista.
Durante la ocupación de Francia por los alemanes, se destacó como capitán de maquís en la resistencia, y allí aprendió, según él mismo dice, "a amar ferozmente a sus semejantes". De esta experiencia en la lucha clandestina surgió su gran obra poética "Páginas de Hypnos".
Es uno de los poetas cuya fama ha crecido rápidamente en los últimos años. Elogiado ampliamente por la crítica, ha sido
considerado como uno de los máximos poetas de Francia.
Falleció en 1988. (De amediavoz)
Los soles canoros
La desapariciones inexplicables
Los accidentes imprevisibles
Los infortunios quizá excesivos
Las catástrofes de todo orden
Los cataclismos que ahogan y carbonizan
El suicidio considerado crimen
Los degenerados intratables
Los que se enrollan en la cabeza un delantal de herrero
Los ingenuos de primera magnitud
Los que colocan el féretro de su madre en el fondo de un pozo
Los cerebros incultos
Los sesos de cuero
Los que ivernan en el hospital y conservan la embriaguez
de las ropas desgarradas
La malva de las prisiones
La ortiga de las prisiones
La higuera nodriza de ruinas
Los silenciosos incurables
Los que canalizan la espuma del mundo subterráneo
Los enamorados en éxtasis
Los poetas excavadores
Los que asesinan a los huérfanos tocando el clarín
Los magos de la espiga
Imperan temperatura benigna alrededor de los
sudorosos embalsamados del trabajo.
De "L'Action de la justice est éteinte"
Versión de Aldo Pellegrini
El juicio de octubre
Mejilla contra mejilla dos pordioseras en su desamparo rígido;
La helada y el viento no las han instruido, las han ignorado;
Niñas de intrahistoria
Caídas de las estaciones que dejan atrás, y allí apretadas de pie.
No hay labios que las traspongan, la hora pasa.
No habrá ni rapto ni rencor.
Y el caminante pasa sin mirada ante ellas, ante nosotros.
Dos rosas perforadas por un anillo profundo
Ponen en su extrañeza algo de desafío.
¿Se pierde la vida de otro modo que por las espinas?
Claro que sí: por la flor, los largos días lo supieron.
Y el sol ha dejado de ser inicial.
Una noche, el día bajo, todo el riesgo, dos rosas,
Como la llama a cubierto, mejilla contra mejilla con quien
la mato.
Versión de Jorge Riechmann
La eternidad en Lourmarin
A Jean-Paul Samson
No subsiste línea recta ni carretera iluminada hacia un ser que nos ha dejado.
¿Dónde se aturde nuestro afecto? Un anillo de árbol tras otro, si se acerca es para hundirse al punto. Su rostro a veces viene a apretarse contra el nuestro, sin producir otra cosa que un relámpago helado. El día que alargaba la dicha entre él y nosotros
no se halla en ningún sitio.
Todas las partes -casi excesivas- de una presencia se han dislocado de golpe. Rutina de nuestra vigilancia... Sin embargo
ese ser suprimido persiste en algo rígido, desierto, esencial que en nosotros hay, donde nuestros milenios juntos alcanzan exactamente el espesor de un párpado cerrado.
Hemos cesado de hablar con el que amamos, y sin embargo no reina el silencio. ¿Qué es de él, entonces? Sabemos, o creemos saber. Pero solamente cuando el pasado que significa se abre para darle paso. Aquí le tenemos a nuestra altura, más lejos,
por delante.
En el momento, de nuevo contenido, en que interrogamos a todo el peso del enigma, súbitamente comienza el dolor,
el de compañero a compañero, que esta vez el arquero no traspasa.
Versión de Jorge Riechmann
La lujuria
El águila ve como se borran gradualmente las huellas de la memoria helada
La extensión de la soledad hace apenas visible la presa que huye
A través de cada una de las regiones
Donde uno mata donde a uno lo matan libremente
Presa insensible
Proyectada indistintamente
Más acá del deseo y más allá de la muerte
El soñador embalsamado en su camisa de fuerza
Rodeado de utensilios efímeros
Figuras que se desvanecen apenas formadas
Su revolución celebra la apoteosis de la vida que declina
La desaparición progresiva de las partes lamidas
La caída de los torrentes en la opacidad de las tumbas
Los sudores y malestares que anuncian el fuego central
Y finalmente el universo con todo su pecho atlético
Necrópolis fluvial
Después del diluvio de los rabdomantes
Ese fanático de las nubes
Tiene el poder sobrenatural
De desplazar a considerables distancias
Los paisajes habituales
De romper la armonía acumulada
De tomar irreconocibles los lugares fúnebres
Al día siguiente de los homicidios provechosos
Sin que la conciencia originaria
Se cubra con el deslizamiento purificador del suelo.De "Le Marteau Sans Maître"
Versión de Aldo Pellegrini
19/8/10
Abbey Lincoln. Adiós
Con el tiempo, si, todo se va.
Se olvida el rostro, se olvida la voz.
Si el corazón no palpita, no vale la pena
buscar más allá, mejor dejarse llevar, ya basta.
Con el tiempo…
Con el tiempo, si, todo se va.
Quien adorabas, quien buscabas bajo la lluvia,
Quien intuías con una sola mirada,
entre las palabras, entre las líneas, otras el disfraz
de una promesa maquillada que sale a ganarse la noche.
Con el tiempo todo se desvanece.
Con el tiempo…
Con el tiempo, si, todo se va.
Hasta los más entrañables recuerdos tienen pinta ridícula
En los bazares, rebusco entre los estantes de la muerte,
el sábado por la noche, cuando la ternura se nos escapa.
Con el tiempo
Con el tiempo, si, todo se va.
En quien creías sin saber porque, por nada,
a quien regalabas joyas y alientos,
por quien hubieras vendido el alma por unas monedas,
ante quien te arrastrabas como se arrastran los perros.
Con el tiempo, sí, todo va bien.
Con el tiempo…
Con el tiempo, si, todo se va.
Se olvidan las pasiones, se olvidan las voces
que nos murmuraban palabras de gentes sencillas,
no vuelvas muy tarde, no cojas frío.
Con el tiempo…
Con el tiempo, si, todo se va.
Y te sientes encanecido como un caballo exhausto,
y te sientes gélido en una cama azarosa,
y te sientes muy solo, si, pero a tus anchas,
y te sientes estafado, por los años perdidos.
Entonces, así,
con el tiempo has dejado de amar.
15/8/10
Jan Saudek. Fotografía
12/8/10
Belen Gache. Wordtoys
WordToys
Serie de trabajos de literatura experimental para Internet realizados entre 1996 y 2006.
http://www.findelmundo.com.ar/wordtoys/data/libro.html
Belén Gache es una escritora argentina-española. Publicó las novelas Lunas eléctricas para las noches sin luna(Sudamericana 2004), Divina anarquía, (Sudamericana 1999) y Luna India , (Planeta 1994). Su novela La vida y obra de Ambrosia Pons fue finalista en el XXIII Premio Herralde de Novela (Barcelona, 2005) y en el XIII Premio Planeta de Argentina, (2006).
Ha publicado numerosos ensayos de literatura y artes visuales entre los que se destaca Escrituras nómades , del libro perdido al hipertexto (Gijón, Trea 2006).
Desde 1996, ha realizado trabajos de literatura experimental y poesía electrónica. Su libro de poemasEl libro del fin del mundo(2002) incluye un CD con obras interactivas, algunas de las cuales han recibido Menciones Especiales del Jurado en los eventos Post Cagean Interactive Sounds, (Machida City Museum, Japón), Buenos Aires Video XXIII (Premio ICI de video y multimedia experimental) y han participado en eventos como Hypertext 01 (Universidad de Aarhus, Dinamarca), o FILE, (Museo de Imagen y Sonido de San Pablo, Brasil). Ha participado en ARCO (Madrid), la Bienal de Mérida (México), la Bienal de Ushuaia (Argentina) y Cyberpoem (Barcelona). Ha presentado sus obras en el Museo Tamayo (México DF), el Museo de Arte Moderno y la Fundación Telefónica de Buenos Aires y los Centros Culturales de España de Buenos Aires, Córdoba y Montevideo, entre otros lugares.
Es Licenciada en Historia del Arte y posee un Master en Análisis del Discurso (Universidad de Buenos Aires). Vive y trabaja en Madrid.
10/8/10
“Membretes” de Oliverio Girondo
Aspiramos a ser lo que auténticamente somos, pero a medida que creemos lograrlo, nos invade el hartazgo de lo que realmente somos.
- - - - - -
Ambicionamos no plagiarnos ni a nosotros mismos, a ser siempre distintos, a renovarnos en cada poema, pero a medida que se acumulan y forman nuestra escueta o frondosa producción, debemos reconocer que a lo largo de nuestra existencia hemos escrito un solo y único poema.
- - - - - -
Segura de saber donde se hospeda la poesía, existe siempre una multitud impaciente y apresurada que corre en su busca pero, al llegar donde le han dicho que se aloja y preguntar por ella, invariablemente se le contesta: Se ha mudado.
- - - - -
Sólo después de arrojarlo todo por la borda somos capaces de ascender hacia nuestra propia nada.
- - - - - -
Aunque ellos mismos lo ignoren, ningún creador escribe para los otros, ni para sí mismo, ni mucho menos, para satisfacer un anhelo de creación, sino porque no puede dejar de escribir.
- - - - - -
No hay crítico comparable al cajón de nuestro escritorio.