(1929-2010) Santa Rosa. Argentina
Articulo Diario Clarin..1 junio 2010
Tenía 81 años y estaba considerado uno de los autores fundamentales de la poética argentina actual. Protagonista de un sinfín de anécdotas, escribió más de 80 títulos. Sin embargo, hasta ahora apenas se publicaron seis.
La poesía despide a uno de sus creadores fundamentales. A los 81 años murió en Santa Rosa el pampeano Juan Carlos Bustriazo Ortiz. Dueño de una obra de leyenda, que incluye más de 80 títulos, y considerado uno de los autores más destacados de la poética argentina actual. Bustriazo había nacido en 1929, en una Santa Rosa que progresaba como cabecera territorial pero que soñaba convertirse en capital de provincia. A los 19 años ingresó a la policía como radiotelegrafista; allí comenzó su peregrinaje por el oeste pampeano, casi en simultáneo con la construcción en Mendoza del dique Los Nihuiles, que dejó sin agua la cuenca del río Salado-Chadileuvú. De aquellas tierras de silencios profundos e inmensidades quedó como herencia una obra de una intensidad poco común, árida y conmovedora como el desierto. De regreso en Santa Rosa, Bustriazo ingresó como corrector en el diario La Arena. Allí forjó madrugadas inolvidables junto a creadores fundamentales de la cultura pampeana, como Julio Domínguez "El Bardino", Delfor Sombra y Edgar Morisoli, entre otros. Siempre con la complicidad de un maletín cargado de escritos, peñas inolvidables como el "Temple del diablo" y un personalísimo vaso para beber vino -con una costra tinta en su borde- que se convirtió en una virtual extensión de su cuerpo. Considerado el poeta más importante de La Pampa, Bustriazo construyó una obra que supera los ochenta títulos. Decenas de músicos, además, le sumaron melodías a sus escritos, piezas fundamentales del cancionero folclórico de la provincia. Enredada en litigios luego de etapas de alcoholismo e internación psiquiátrica, hasta ahora apenas vieron la luz seis libros: Elegías de la Piedra que Canta (1969), Aura del estilo (1970), Unca Bermeja (1984), Los Poemas Puelches y Quetrales (editados en conjunto en 1991) y Libro del Ghenpín (2004). Injustamente limitada al ámbito local, su poética había traspasado en los últimos años las fronteras provinciales. Rodeado de un creciente reconocimiento, pero con una pensión del gobierno de La Pampa como único sustento, Bustriazo le hizo frente a la vejez -y también a sus recuerdos- junto a la férrea custodia de su mujer, Lidia Hernández. Quizás sin saberlo, ya convertido en leyenda.
esta caja amarilla
desde lo repugnoso del desvelo desde lo colorado de la sien desde los ábrete porque estoy vivo ay vidalita desde la guitarra embichada desde el engreimiento del cielo desde las chaquiras que puse en tus muslos ay vidalita desde las mesnadas del llanto desde las ínfulas de lo que es como piedra desde la embustera porfía desde el abrepuño amarillo ay vidalita desde lo venenoso del bochorno contra el corazón cabal desde el boato de la cizaña desde lo contra el cuerpo y contra el alma ay vidalita desde el racimo del vaso infausto desde el espejillo donde tus ojos me comen desde la última visitación desde lo tremebundo de este estar ay vidalita desde la musa extraviada desde el tordillo plateado que perdió la querencia desde los soles que me hieren porque soy más de las lunas ay vidalita desde la
sexta que está en un hilo desde esta vihuelada que en el final es bermellón ay vidalita desde la codicia del chupasangre desde el santiamén del olvido desde la sombra caudalosa desde no sé que, escalofrío y en el disturbio de los ojos ay vidalita
17
y anduve solo y no era la luz fuíme por duros corredores por los pasillos pesaroso y saquéme un papel azafrán con un saludo de tez granate “he aquí que llégueme a verte juancarlos estuvo en esta torre” y fuíme solo y no era la luz por los pasillos musitantes atrás dejé los corredores negros y más que hechos con cuervos quedóse el papel inclinado esperando tus ojos de mora y como un ciego fui con las manos interrogando a las paredes buscando la puerta brillante los tragaluces del castillo el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo” fuíme solo y no era la luz
de Unca bermeja (1973), 1984
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balada arcaica
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balada arcaica
ya te vas vegetal tornasolada no me prendas la flor del exterminio fulgimiento del agua de los ojos no me prendas la flor del exterminio hinchamiento del cielo qué potencias no me prendas la flor del exterminio qué hinchadura del mundo taza turbia no me prendas la flor del exterminio con el hijo salido de tu entraña no me prendas la flor del exterminio con el ala punteada de tu ángel no me prendas la flor del exterminio con arcillas que vuelan soberanas no me prendas la flor del exterminio en olor de adiós que me espeluza no me prendas la flor del exterminio con tu boca antañera tras tu boca no me prendas la flor del exterminio en amor de tu sombra soñadora no me prendas la flor del exterminio!
de Canción rupestre, 1972, inédito
más info en La Más Médula aquí .
(gracias a Arturo Borra por su sugerencia)
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