Los sucesos de febrero en Valencia y los ocurridos durante la huelga general en Barcelona del 29M indican que las mal llamadas fuerzas de seguridad son un peligro mayor en sí mismas que los supuestos alborotadores callejeros, decenas de personas han sido apaleadas, varias han perdido un ojo o sufrido fracturas por balas de goma disparadas directamente contra ellas, existen documentos gráficos donde se muestra como estos criminales, esos falsos defensores del orden disparan a placer contra los ciudadanos que simplemente están ocupando ese espacio público llamado calle. Mientras tanto la censura enseña sus garras en Facebook o en los medios oficiales que apenas muestran la realidad. La situación económica se vuelve insostenible y la social es desesperante. El fascismo vuelve, los políticos ordenan la represión y la manipulación de la información, los recortes son indignos y claramente atentan contra los servicios básicos. Los derechos conseguidos durante tantos años se pierden en un instante y el miedo aparece en las ciudades. Leyes y reformas que nada van a resolver salvo empeorar una situación ya de por sí inquietante y que podría desencadenar en una inestabilidad sistémica. Así los sueños de libertad, el espejismo democrático se convierten en pesadilla.
Fmk 2.4.12
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