Este documental viene a derribar los clichés sobre la poesía femenina
La poeta Sofía Castañón prepara el documental 'Se dice poeta', un estudio sobre el latente sexismo que encontramos en el mundo de la literatura y sobre las posibles soluciones ante tal discriminación
Si escribe poesía y su género es masculino, se dice poeta. Si escribe poesía y su género es femenino, se dice poeta. Si escribe poesía y no tiene género, se dice poeta. Porque en la literatura, como en otros campos artísticos, aún existen conductas sexistas que recorren librerías, suplementos de diarios o proyectos editoriales, y que también impregnan a algunos autores y lectores, y causan así un enorme paso hacia atrás en las cuestiones de igualdad. Por suerte, proyectos como Se dice poeta, el nuevo documental de Sofía Castañón, abren un espacio de diálogo y de crítica y prometen la llegada de un cambio.
Sofía Castañón es autora de varios libros de poesía y ha sufrido en sus propias carnes algunas situaciones machistas que denigraban su trabajo sólo por ser mujer y joven. Por eso ha decidido utilizar su arma más afilada, la de su productora Sr. Paraguas, y entrevistar a 21 poetas españolas: ellas nos cuentan sus experiencias y sacuden así nuestro panorama cultural. Se dice poeta se preestrenará el próximo 5 de agostoen la Filmoteca Rafael Azcona de Logroño. De momento, y para ir abriendo boca, Sofía Castañón nos concede una entrevista y nos regala estos cuatro teasers que sólo son un aviso de todo lo que en adelante vendrá.
¿Crees que el machismo es una constante en otros campos artísticos? Y en caso afirmativo, ¿por qué consideras que se acentúa en el caso de las poetas?
Entiendo que en la medida en que seguimos con dinámicas machistas en nuestra sociedad, esto afecta a todos los ámbitos. Desconozco los casos concretos de otros campos (cómo operan exactamente esas desigualdades), aunque, por ejemplo, Aníbal Menchaca (uno de los compañeros de equipo de este documental) conoce bien el de la música y asegura que observa las mismas inercias que en el poético. No lo parece tanto (pero insisto, hablo desde un conocimiento muy vago) en las plásticas. En cualquier caso, en esta película hablo de las poetas porque es el ámbito que conozco, en el que he visto estas desigualdades y el que primero me llevó a hacerme algunas preguntas. Sí creo que hay algo más tratándose de lo poético, y es que se trabaja con el lenguaje. Y del mismo modo que el lenguaje se resiente y se empapa de los usos de sus hablantes, también es capaz de construir realidades distintas, de intervenir en el espacio de un modo que afecte, de producir cambios.
¿De donde surge entonces tu documental Se dice poeta?
Se dice poeta no busca tanto precisar el término como hacerse eco de la pregunta. Nos locuenta muy bien Vanesa Pérez-Sauquillo: cuando presentaba su primer poemario, con 22 años, no se habló ni de los poemas ni de su poesía. Se habló de qué término prefería y por qué tenía que preferir “poetisa”. Un poeta varón nunca tiene que enfrentarse si quiera al asunto del término, no hay más. No hay, por tanto, dudas. Y si algo no queremos que tenga Se dice poeta es rabia. Lo concebimos como una invitación para quien todavía no se ha hecho algunas preguntas necesarias. Es la propuesta a hacer “clic” y ver el daño que nos hacen a todos algunas inercias.
En los cuatro teasers que habéis presentado aparece una gran selección de autoras, todas bastante jóvenes. ¿Se trata de una decisión deliberada, las escritoras de más edad no quisieron participar en el proyecto?
Son 21 poetas nacidas entre el 74 y el 89, y el acotar por lo generacional fue una decisión inicial en el proyecto. Entendemos que no es lo mismo haberse criado durante la dictadura de Franco que en la llamada Transición, y que los condicionantes no son los mismos. Por acotar temas, entendiendo que el documental tiene unas posibilidades, por duración, limitadas se han quedado fuera poetas de una generación que sin duda merecen un documental, merecen estudio y más atención. Nombres como Ada Salas, Isabel Bono, Ana Pérez Cañamares, María Ángeles Pérez López, Inma Luna y tantísimos más. La selección de las poetas que participan, que protagonizan, Se dice poeta es personal, sin duda, y no negaré la subjetividad en ningún momento. Lo que se ha tenido en cuenta es su obra, y en la misma se ve que hay un modo de decir que es de ellas, que es propio y queríamos conocer su punto de vista.
Acaba de salir publicado en Torremozas una antología titulada "Poetisas suicidas". ¿Qué te sugiere que una de las pocas editoriales españolas consideradas "feministas" ponga en letra grande un título así?
Diría que me alegra que me hagas esa pregunta pero me entristece, en realidad, porque lamento, y mucho, el esteticismo ante lo que es un problema. No creo que se pueda celebrar desde ningún ámbito el suicidio de nadie (otro asunto es comprenderlo, otro asunto es aprender de ello). Y no dejo de pensar que hay proyectos, como este (y que, admito, me sorprendió de una editorial que cuida tanto su catálogo y que realiza una labor tan necesaria) que a través de una colección de poetas que han acabado con su vida se vincula de algún modo el furor divinus en la mujer con la enfermedad irresoluble, con la caída. Probablemente sus muertes no sean fruto de su talento creativo sino de un sistema viciado, de otro tipo de mecanismos. Confundir o frivolizar, aunque sólo sea en el título, son pasos hacia atrás respecto lo que es un drama innegable.
Y hablando de antologías, en España todos los años salen volúmenes online, o revistas o incluso libros en donde se reúne sólo a escritoras. ¿Te parece sexista o crees que es necesaria la reivindicación de este tipo de trabajos?
Es uno de los temas que ponemos en discusión en el documental y es uno de los asuntos que más contradicciones puede generarnos, o del que es difícil salir con ideas concretas que no se pisen unas a otras. Sí, podríamos hablar de los riesgos del gueto, de qué nos parece la discriminación positiva. Pero en realidad, continuamente hay antologías en las que sólo aparecen hombres y jamás se las presenta como algo programáticamente masculino: son antologías sin apellido. Estaría bien que cuando nos encontramos con una antología en que no hay un solo varón no pensáramos automáticamente que tiene una marca de género. Mientras ese ejercicio inverso no sea posible, la reivindicación, la compensación, serán necesarias. Eso sí, bien hecha, con rigor y de espaldas al marketing, que porque sea sólo de mujeres no es preciso ver la foto de cada poeta (cosa que en otras antologías no ocurre y en las de mujeres casi, casi, parece condicion sine qua non).
También en España da la impresión de que últimamente publican poesía más mujeres que hombres, o al menos la balanza está más equilibrada. Sólo este año han aparecido libros de Elena Medel, Laia López Manrique o Lola Nieto, y además libros como Apuestas, nueve nuevos poetas (La Bella Varsovia) parece que incluyan más voces jóvenes femeninas que masculinas. Sin embargo, cuando entramos en los suplementos culturales y vemos las fotos de los autores reseñados, da la impresión de que sólo hay hombres (mayores). ¿Qué piensas al respecto?
Porque el patriarcado es, y es además gerontocrático. Es decir, que los bigotes están y son espesos y canosos. La cuestión de género parece acentuarse cuando está también la juventud. Entonces son dos barreras las que hay que saltar. Porque la juventud es una maravillosa justificación para que la crítica (o la invisibilidad) no parezca machista. Porque ejercer de un modo explícito el machismo se ve feo, de señor de bigote y de derechas. Pero el machismo es un modo de ver el mundo y no de monopolio exclusivo de los hombres. La semana pasada aparecía publicado un trabajo de Laura Freixas con distintas asociaciones en el que a través de estadísticas se ponía de relieve la presencia de autoras literarias en los suplementos culturales, y parecía una triste broma.
Últimamente en Estados Unidos se habla mucho de poesía queer, de poesía agénero y de poesía travestida. Si aquí parece que se corta las alas a las mujeres, ¿cuándo crees que llegaremos a algo así?
Entiendo la poesía como aquello que genera unos espacios, que busca construir unos espacios, en los que el lenguaje no pertenezca al poder. Espacios de libertad que permitan, claro, hablar de las identidades, y de lo que nos dé la gana, sin tapujos, como bien dices. Y creo que la poesía hace eso, sin duda. Pero quizás no la poesía que se mueve dentro del canon (o no toda la poesía que está dentro del canon). En los márgenes, los que ha ido creando la historia y los que se crean cuando los medios invisibilizan, es donde se generan verdaderos espacios de libertad (o al menos los espacios de libertad que a mí me interesan).
Si hablamos de futuro, ¿crees que algo va a cambiar?
Creo que el cambio es un continuo y que para que se produzca muchas cosas se van moviendo todo el tiempo, no sucede de golpe. En esa idea trabajamos con este documental, en plantear las preguntas. En ofrecerlas. El compromiso que personalmente tengo y por el que hago Se dice poeta es hacia quienes me ofrecieron en algún momento las preguntas que me desactivaron las inercias. Mi modo de darles las gracias a esas personas que ya en la lectura, ya en la conversación, me abrieron la mirada es la de dar la opción a otras, a otros, de hacer lo mismo. Ofrecer el clic, a que miren desde otro punto de vista. Y soy optimista, porque como decía al principio, de igual modo que el lenguaje nos construye como sociedad, nosotros tenemos la capacidad de construir al lenguaje, y es sin duda en el decir el camino para hacer que las cosas cambien.
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