Coincidiendo con el día en que falleció Manuel Sacristán --uno de los filósofos políticos españoles más destacados del siglo XX-- hace ya 30 años copio unas píldoras referentes de sus ideas. (*)
(1) La verdad como valor fundamental
“Para mí las palabras buenas son 'verdadero' y 'falso', como en la lengua popular, como en la tradición de la ciencia. Los de 'válido' / 'no válido' son los intelectuales; en este sentido: los tíos que no van en serio” (M.A.R.X., (*) p. 45).
(2) Ciencia / ideología/ lógica
“Hay que ver ciencia e ideología como polos, como polos contrapuestos de cualquier producto cultural. Naturalmente que habrá gradaciones, habrá productos culturales en los cuales el polo ideológico sea de mucho peso, y otros en los cuales lo sea mucho menos. Pero en cualquier caso, serán polos y no entidades completamente separadas.
Por otra parte, la racionalidad de un discurso es cosa mucho más compleja, rica e importante que su logicidad formal. No es pues la ciencia de la lógica la que crea el pensamiento racional. La lógica lo estudia y lo articula y lo mejora, pero no lo produce” (M.A.R.X., p.79-80).
(3) Ciencia y valores
“La ciencia tiene sus valores, y uno de ellos es el de no meterse en más que describir neutralmente. Lo que ha de tener otros valores es la institución científica, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el ministerio o la empresa. Y el científico mismo. Pero no la ciencia” (M.A.R.X., p.266).
“El puro conocimiento tiene mucho valor, pero no tiene ningún valor moral; no tiene ningún valor para la práctica, si no hay un valor que oriente la aplicación” (M.A.R.X., p. 55).
(4) Racionalidad
“Para que un discurso sea correcto lógico-formalmente, basta con que no tenga inconsistencias. Para que sea racional, se le exige además la aspiración crítica a la verdad. Y esta aspiración impone a su vez la capacidad autocrítica y el sometimiento a unos criterios que rebasan la mera consistencia (por otra parte necesaria): son criterios que sirven para comparar fragmentos de discursos con la realidad. Incluyen desde la observación hasta el examen de las consecuencias prácticas de una conducta regida por aquel discurso” (M.A.R.X., p. 157).
(5) Facetas varias de la ciencia
“Uno ante la ciencia normal tiene que tener una actitud crítica. Ante cada producto de esa ciencia. Porque un producto científico no es nunca primariamente ciencia. Es, primariamente, un bien de uso y también un valor de cambio: es un libro, es una publicación en una revista. Es decir, lo que llamamos ciencia en sentido institucional y sociológico es un trozo de vida social que puede estar cargado de ideología, de política. Ciencia en el otro sentido, ciencia en el sentido en el cual imperan sólo los valores lógicos es un contenido de ese producto cultural al que llamamos ciencia en el sentido sociológico” (M.A.R.X., p. 273).
(6) Ciencias sociales i ciencias naturales
“¿Estamos obligados a postular una heterogeneidad esencial entre ciencias sociales y ciencias naturales? No me parece. La unidad de la ciencia depende de la unidad de actitud, de conducta. Ciencia no es necesariamente ciencia formalizada. Hay, más que ciencia, trabajo científico, que acaba o no cristalizando en teoría formalizable, en sentido fuerte” (M.A.R.X., p. 65).
(7) Verificación de un modelo económico
“La verificación empírica es precisa no ya por prurito positivista, sino para dar sentido a los modelos económicos. Éstos, como todo conjunto de enunciados cuyo campo de relevancia no es unívocamente determinado, no tiene en rigor sentido pleno mientras no se le ponga en relación con algún campo empírico mediante operaciones de verificación. Así pues, por grande que sea la utilidad de la construcción formal de las 'teorías' (modelos), de la formalización lógico-matemática, en economía, habrá que tener presente siempre que el modelo formalizado no es por sí mismo más que aquel 'juego de las cuentas de vidrio' que inspiró a Hermann Hesse una voluminosa y conocida narración /El juego de los abalorios/” (M.A.R.X., p. 158).
(8) Es preciso estudiar: y hay que combinar análisis y síntesis, visión global y local
“Para entender las cosas hay que estudiarlas, y el creerse de izquierdas no da automáticamente comprensión al que no se molesta en estudiarlas” (M.A.R.X., p. 137).
“La comprensión global (que no sea un disparate de pura palabrería) tiene por fuerza que entrar en cada detalle. Lo que no se puede aspirar es a comprender el todo sin conocer nunca a ninguna de sus partes” (M.A.R.X., p. 73).
(9) Marx
“Cuando nos ponemos frente a la obra de Marx hoy, hay unas cuantas cosas claras. La primera es que en el plano científico Marx es un clásico de las ciencia sociales, lo que quiere decir un autor por un lado irrenunciable y, por otro, no actual en todos sus detalles. Y otra cosa clara es que Marx es mucho más que eso: es un clásico también en la secular o milenaria aspiración de la humanidad a emanciparse de las servidumbres que ella misma se ha impuesto.
En los dos campos: como científico y como filósofo de la sociedad Marx es un gran clásico que, en mi opinión, no caducará nunca” (M.A.R.X., p. 180).
(10) Marxismo
“El marxismo es, en su totalidad concreta, el intento de formular conscientemente las implicaciones, los supuestos y las consecuencias del esfuerzo por crear una sociedad y una cultura comunistas. Y lo mismo que cambian los datos específicos de ese esfuerzo, sus supuestos, sus implicaciones y sus consecuencias fácticas, tienen que cambiar sus supuestos y sus consecuencias teóricas particulares: su horizonte intelectual de cada época.
El marxismo es un intento de vertebrar racionalmente, con la mayor cantidad posible de conocimiento y análisis científico, un movimiento emancipatorio” (M.A.R.X., p. 232).
(11) Un caso patético de impostura intelectual: Althusser
“El pensamiento de Louis Althusser es en sustancia una confusión lamentable, peligrosamente disfrazada de claridad y precisión. La debilidad principal del pensamiento de Althusser no consiste en que atribuye demasiada importancia a lo teórico -cosa que efectivamente hace-, sino, sobre todo, en que sus nociones de teoría y ciencia son malas. Su intento de reconstruir el pensamiento de Marx como un producto puramente científico no es sólo un falseamiento de Marx, sino también una manipulación disparatada de las ideas de ciencia y teoría. Lo peor de la influencia de Althusser es que enseña a gustar gato por liebre, logomaquia exactista por ciencia, verborrea cargada de términos pseudo-técnicos por teoría” (M.A.R.X., p. 211-212).
(12) ¿Tiene sentido y/o significado la historia?
“Creo que hay que aceptar bastante más voluntarismo que hasta ahora en el pensamiento revolucionario. Uno de los elementos más necesitados de revisión en el tronco mayoritario del pensamiento marxista es la confianza en el carácter benéfico de los procesos sociales objetivos, por ejemplo, aquella inverosímil ingenuidad de Lenin según la cual, la marcha de la historia -¡vaya casualidad!- coincide con los deseos de los socialistas. Mejor no fiarse e intentar alterar el proceso con la voluntad del movimiento” (M.A.R.X., p. 228).
(13) La revolución y los teoremas científicos
“Si las hipótesis revolucionarias fueran demostrables, si fueran teoremas científicos puros, no habría nunca lucha ideológica, como no la hay a propósito de la tabla de multiplicar. Que el objetivo teórico del marxismo es construir un comunismo científico quiere decir que el marxista intenta fundamentar críticamente, con conocimientos científicos el fin u objetivo comunista, no que su comunismo sea cosa objeto de demostración completa. Por de pronto, los fines no se demuestran: se lucha por ellos, después de argumentar que son posibles, no más” (M.A.R.X., p. 335).
(14) Tecnologías frente a sostenibilidad ecológica
“No hay antagonismo entre tecnología (en el sentido de técnicas de base científico-teórica) y ecologismo, sino entre tecnologías destructoras de las condiciones de vida de nuestra especie y tecnologías favorables a largo plazo a ésta. Creo que así hay que plantear las cosas, no con una mala mística de la naturaleza. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que nosotros vivimos quizá gracias a que en un remoto pasado ciertos organismos que respiraban en una atmósfera cargada de CO2 polucionaron su ambiente con oxígeno.
No se trata de adorar ignorantemente una naturaleza supuestamente inmutable y pura, buena en sí, sino de evitar que se vuelva invivible para nuestra especie. Ya como está es bastante dura.
Y tampoco hay que olvidar que un cambio radical de tecnología es un cambio de modo de producción y, por lo tanto, de consumo, es decir, una revolución; y que por primera vez en la historia que conocemos hay que promover ese cambio tecnológico revolucionario consciente e intencionadamente” (M.A.R.X., p. 270-271).
(15) Nacionalismo e internacionalismo
“El internacionalismo es uno de los valores más dignos y buenos para la especie humana con que cuenta la tradición marxista. Lo que pasa es que el internacionalismo no se puede practicar de verdad más que sobre la base de otro viejo principio socialista, que es el de la autodeterminación de los pueblos” (M.A.R.X., p. 342)
NOTA: (*) M.A.R.X. Máximas, aforismos y reflexiones con algunas variables libres.
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Tomadas de la recopilación de Salvador López Arnal, y del articulo sobre M.S. de Alfons Barceló
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