20/11/16

Caracaturas poetikas

Masturbar poesía con alejamiento y sin afán ni entusiasmo ni maldita necesidad, y pretender el goce cósmico parece un estéril ejercicio de soberbia...
¿Las cosas son, en este sentido, lo que parecen?

Ahí lo dejo y copio a continuación unos exabruptos de Oscar de la Torre….
Poeta topamí: Abundante en el panorama faunístico español. Azul esciuromorfo  y algo burgués, algo tibio, algo resbaladizo, sin caer en el zigzagueo (esto solo en momentos puntuales, ¡cuándo tiene que ser y con quién tiene que ser!). Infinito estado de conservación: su sensación más pulida.  De medio tamaño, en su justo medio: ni fu ni fa como su poesía. A veces toma forma de escarabajo pelotero y entonces, exhiben su magnificencia: "lo tuyo es mío, y lo mío es mío"; salvo una excepción: cuando huelen el poder, cuando olisquean al macho-maestro o a la hembra-maestra, aquí sueltan algún favorcillo (ay, lo que cuesta una reseñita para otros; ay, lo que cuesta una entrevista para otros…).”Yo, cuando escribo, casi lloro”, dijo una topamí (normal, ¡con esos versos!); “yo, cuando leo, la tensión del lenguaje es tal, que casi lloro”, dijo otro topamí mientras ponía ojitos a la joven amante universitarias (qué tío). Otras veces, toma un perfil rechoncho, con orejas puntiagudas, como de duende, con antifaz de dos colores a modo de lirón/a careto/a.
Óscar de la Torre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario