Hay demasiada mujer de pelo azul rezando
para que mi esqueleto se convierta en río
y los girasoles se empiecen a cavar
en las pausas de mis respiros
(respirar es lo único que hago por venganza)
sabes bien que en estos hoteles
los peces grises aparean una canción
y tu hijo se te está cayendo del abrigo
ahora abro mis dedos
formo un revólver y lo hago disparar ceniza
solamente
aunque los ojos visiblemente estropeados
pueden hacer que todos los pájaros del mundo
demoren o simplemente se congelen.
Incluso estando en el fondo del sol
uno ve cómo se le caen los grados a las cosas
y todos acaban mirándose por encima
de las parejas disecadas
por eso nunca esperes
que dando pasos de cachorro
ni yendo a visitar a mis partículas
ni diciéndome a quién le escribo
tus encías puedan quedar en libertad
1998
y las libélulas
acarician un gato hecho con lágrimas de mujer.
MARCOS BARCELLO. Montevideo 1975
(*) gracias a Loredhi, tomado de su blog.
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