“La pintura es la forma más alta que existe
de esperanza” Schopenhauer y G.Ritcher.
Me
interesó el pop (Lichtenstein), a principios de los 60, el y Warhol eran
importantes para mí. Del pop me interesaba que fuera algo nuevo, una forma
diversa de expresión. Fue de los últimos movimientos serios; el pop y el mínimal,
del que me fascina que recreen sus estructuras desde cero y finalmente el
conceptual. Warhol para mí era menos un artista que un símbolo de una situación
cultural y se utilizó ese símbolo como sustituto del artista. Su mérito fue que
hizo arte, en otras palabras, que no utilizó métodos ni temas tradicionales.
El
panorama de la pintura de hoy es que hay demasiados pintores y pocos artistas,
pintar se ha convertido en algo estúpido, fácil.
Creo
que hemos asistido al final de la edad moderna y ello tiene que ver con la
utopía. Ya no podemos creer en la idea socialista, estamos paralizados sin utopías,
sin ideas.
Lo que
hoy se hace, no tiene nada que ver con el arte. La escena artística no es despreciable,
cínica o sin ingenio, pero es como una explosión en la que proliferan el juego
social y el cambio perpetuo. La pintura moderna está principalmente preocupada
por ella misma y ha establecido su propio sistema de comunicación, su propia
élite.
Creo
que sin arte ya no viviríamos, para mí la pintura no es la forma si no la luz,
el contenido. Evidentemente el pintor no está aislado del mundo, de los
problemas que le rodean. No soy un hombre optimista con respecto al futuro. En
cualquier caso lo que más me ha preocupado es qué debería pintar y no el cómo.
Extracto de entrevista de Gerhard Ritcher. El país 1994.
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