Los cuerpos desnudos flotan en la negrura, totalmente inermes. Es imposible discernir dónde se encuentran y qué les rodea, tan sólo se percibe la sensación de la fragilidad y indefensión del cuerpo humano ante la inmensidad y el vacío. Para lograrlo, la artista catalana Mayte Vieta obligó a una modelo a posar desnuda en plena noche, en alta mar. "Estábamos en la Costa Brava, era mayo y el agua estaba helada. Fue un trabajo muy largo, hasta encontrar los movimientos exactos para transmitir una postura poética y dramática a la vez. Fue duro, especialmente para la modelo, teníamos que sacarla del agua a menudo y calentarla con mantas y té hirviendo, antes de meterla otra vez", recuerda.
Mucha paciencia, un potente foco y un sabio uso del color -aunque a primera vista parezca blanco y negro- hicieron el resto. Ahora, tres de las muchas imágenes que se captaron aquella noche conforman Cuerpos de luz, una instalación fotográfica concebida y producida para Silencio explícito, el nuevo ciclo del Espai 13, el espacio que la Fundación Miró de Barcelona dedica a la creación joven más innovadora y experimental.
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