Nuestro anónimo poeta-coordinador Eddie J. Bermúdez (¿alguien sabe de quien se trata?) ha recuperado con buen tino este manifiesto que pone puntos y comas a un tema que --se yo de buena tinta de calamar que le trae por el camino de la amrgura-- tan peliguado como es el YO del poeta, el tu de los otros y el nosotros que somos voces y algunos hasta nos la suda un poquito eso de hacernos "un nombre" (aunque sin duda lo tenemos y firmamos lo que escribimos o no) no es impostura, es que nos dá un poquito igual si publicamos o no, si somos más o menos conocidos o famoseados, lo que realmente nos gusta es alboratar y quitar el polvo y la caspa a tanto clásico disfrazado de moderno (o viceversa).
El Anonimatismo
Manifiesto intergeneracional de los poetas y performers anónimos
Somos los que no chuparon de las generosas ubres del mercado
los que cogieron el camino de tierra en vez del de las baldosas amarillas
los niños perdidos entre Nuncajamás y las faldas de Freud
los poetastros de la sílaba tónica y la palabra sin identidad
Somos los que nunca tenemos cartas de recomendación
Ni un amigo editor ni un concejal a quien mamarla
Ni un cuñado programador de salas ni un padre pintor
Ni un conocido del divino poeta o del performer de moda
Somos anónimos hasta la médula
No nos conoce ni nuestra madre
No nos saludan al pasar
No nos ofrecen manos con anillos
Nadie sabe quienes somos ni de quién
Porque nuestro origen es mediocre y obrerillo
Ni intelectual, ni oficinista ni artista
Somos los que no son ni salen en la foto
Ni en las dedicatorias, ni en los debates ni en las fiestas
Ni en congresos ni en prensa ni en ningún lugar común
Porque no tenemos dioses ni maestros
Ni somos tan siquiera una generación
No somos emergentes ni tendencia
Ni inéditos ni jóvenes ni preparaos
Somos los recogemigas de la mesa del artista
Somos los culpables de la poca calidad
Somos ignorantes, zafios y agresivos
Sólo porque no nos da la gana mamonear
Reivindicamos el anonimato, la invisibilidad, el terrorismo poético, la mano negra, el graffiti subterráneo, la poesia de charca, basura y lodazal. ¡Viva el anonimatismo y su absurda necesidad! ¡Vivan las pobrezas, los no saber con quién hablar! ¡Vivan los originales rechazados, las puertas sin llamar, los picaportes arrancados y las ganas de vomitar!
Reivindicamos no ser nadie, pasar sin dejar huella y patearle el culo a la posteridad. No tenemos nombre, ni título ni tarjeta, ni filiación poética. Creamos porque nos da la gana, por placer, por necrofilia, por tontuna, por indigestión y por despecho. ¡Viva la poesia anónima y el romancero popular! ¡Vivan los cuenteros, los transformistas, los trovadores, los magos, los chacales y el Dadá!
¡Viva nuestra puta madre, la poesía que es la única teta de la que queremos chupar!
Eddie (J. Bermúdez), Human Trash i 50 anonimatistas más
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