31/7/13

PRÁCTICAS ESTÉTICAS EN LA ERA DEL NO TRABAJO

(NOTAS SOBRE ARTE Y POLÍTICA)

Domingo Mestre




Abordar la reconversión de la sociedad industrial en la de la información invita a revisar el alcance de los cambios para intentar determinar cuales son las formas —y los modos— de hacer que más específicamente están acompañando esta etapa aún de transición entre estos dos ‘mundos’ que también podrían considerarse el del trabajo y el de la precariedad (o no trabajo). El primero, en abierta recesión pero aún plenamente vigente, marca las convenciones comúnmente aceptadas tanto en el ámbito social como en el más específico de lo estético. Del segundo bien poco sabemos con certeza, excepto que se encuentra en rápida expansión y que las transformaciones inducidas, además de importantes, parecen irreversibles.

En cualquier caso, conviene tener en cuenta las palabras de Paul Virilio cuando apunta que «la búsqueda de las formas es la búsqueda del sentido»; y hacerlo sin olvidar que éste nunca se deja reducir a meras cuestiones formales sino que se expande a partir de ellas propiciando un flujo de relaciones contextuales (y, por tanto, políticas en última instancia) que son las que, en el mejor de los casos, resultarán finalmente inteligibles.

Desde la perspectiva de la antropología social, Ernest Gellner construyó un sugestivo y polémico relato de la historia de la evolución humana que la divide en lo que él denomina tres estadios ecológicos: caza/recolección, agricultura e industria los cuales conllevan aparejadas diferentes pautas de comportamiento en relación con las tres esferas fundamentales de la actividad humana: la producción, la coerción y la cognición. Aunque su análisis no llega a abordar las peculiaridades de la sociedad de la información, su interpretación del advenimiento de la industrialización en Occidente, íntimamente relacionado con la ética protestante del trabajo y con la accidental coincidencia de una diversidad de factores, resulta de lo más sugerente para intentar entender lo que ahora mismo (nos) está pasando.

En relación con el tema que nos ocupa, conviene tener en cuenta que las artes son siempre un producto de su tiempo, una manifestación del gusto pero también de las aspiraciones e inquietudes de cada época. Esta afirmación conlleva implícita la imposibilidad de hacer nada más —aunque siempre será posible hacer mucho menos— que lo que en cada momento permiten tanto las tecnologías como las ideologías. En este sentido, existe un cierto consenso al valorar que el arte moderno y contemporáneo, en cuya cúspide cabría colocar al ‘espíritu’ de las vanguardias, es el fruto por excelencia del proyecto emancipador de la modernidad. Y que este último aparece como la consecuencia necesaria e inevitable del proceso de industrialización en el que la civilización occidental se embarca a partir del siglo XVIII.

Cabría pues establecer alguna relación, aunque fuera en muchos casos indirecta —y en otros inapreciable—, entre el modelo productivo dominante durante los dos últimos siglos y las producciones artísticas que durante ese periodo han sido más relevantes. El hecho de que simultáneamente se hayan producido obras cuyas características remiten a modelos pretéritos cabría achacarlo, por una parte, a esa acumulación de estratos que es la conciencia histórica y, por otra, a la simultánea convivencia de diferentes patrones cuya suma siempre es la que configura la realidad epocal de cada momento. Dicho de otra forma, del mismo modo que la industrialización no acaba definitivamente con la agricultura ni con los comportamientos asociados a ella, el advenimiento de la postmodernidad, asociada al fin de la era del trabajo industrial, a la globalización y a la implantación de la sociedad de la información, tampoco supone la radical desaparición de las estructuras anteriores. De ahí que resulte lógico que la mayor parte de las producciones actuales apuesten por un cierto continuismo estético e incluso que algún despistado con buena fe considere todavía que las transformaciones sociales van a venir de la mano de las vanguardias.

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El Arte como absoluto tiene, según Félix de Azúa, fecha concreta de nacimiento: «es un concepto filosófico que se insinúa en el Renacimiento italiano, crece y se hace adulto durante la Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico, y absorbe todo cuanto quedaba de las artes durante el periodo Romántico y Positivista». Como no podía ser menos también hay quien ha concretado su defunción, en este caso Arthur C. Danto que, siguiendo a Hegel pero apoyándose en la evolución histórica de las vanguardias pictóricas, la sitúa aproximadamente hacia el final de la década de los 60. Sin llegar tan lejos, cabe considerar que el Arte es una construcción de la Historia (de las artes) y de una rama de la Filosofía cuya máxima aceptación coincide con un determinado momento histórico que es el de la Modernidad, el cual concuerda, a su vez, con el apogeo de la Industrialización como modelo productivo. Con la puesta en cuestión del aspecto mítico de la Ilustración y los cambios sociales generados por la incorporación de las nuevas tecnologías al proceso productivo, no sólo las vanguardias sino el propio concepto Arte entra en una crisis de fundamentos a la que, hasta el momento, no se le perciben salidas viables.

Naturalmente, pese a la existencia de la crisis —o justamente por ella—, sigue produciéndose Arte (cada vez más y con la mayúscula espectacular más grande) pero eso no significa, necesariamente, que el concepto mantenga su vigencia. Danto denomina a estas producciones «arte después del fin del arte» y, en cierta medida, las considera una consecuencia de las necesidades del Museo, al igual que la religión podría pensarse, en nuestro entorno, como una necesidad de la Iglesia Católica. Azúa habla de recuperar las artes en su especificidad pero también da un paso más al estimar que: «un regreso a la in-diferencia entre artes y técnicas, como las que parecen anunciar las transformaciones logísticas de la electrónica, daría su sentido final a la etapa concluida de las Vanguardias, es decir de las prácticas artísticas unificadas bajo tutela filosófica». En sentido similar, Javier Echeverría afirma que «La innovación tecnológica modifica una y otra vez los propios instrumentos de expresión artística, así como los espacios de relación entre espectadores y creadores. En el fondo, lo que se transforma por completo es esa misma relación al perder el autor su carácter central».

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El inicio de la cesura que podría dar lugar, según el esquema de Gellner, a un nuevo estadio ecológico (?) pero también a un nuevo sujeto político —y, por qué no, a nuevas prácticas relacionadas con la estética—, cabría situarlo a mediados de los setenta, con la aparición de «una transformación radical en el plano de los procesos productivos y [en el] de las formas de mando sobre la cooperación social», una mutación que Paolo Virno denomina postfordismo. Esta metamorfosis «remite de forma general a la informatización de lo social, la automatización en las fábricas, el trabajo difuso, la hegemonía creciente del trabajo inmaterial y del llamado terciario (comunicativo, cognitivo y científico, performativo, afectivo) y la mundialización en acto de los procesos productivos». Su desarrollo e implantación en lo que Guy Debord denominó la «sociedad del espectáculo integrado» está dando pie a numerosos cambios estructurales que no afectan tan sólo a la reorganización del sistema de producción sino también a la totalidad de la actividad sociopolítica.

En su versión más negativa, esta mutación puede llegar a ser, si no lo está siendo ya, el fermento del nuevo fascismo postmoderno: «la caricatura maligna de lo que podrían hacer hombres y mujeres en la época de la comunicación generalizada, cuando el saber y el pensamiento se presentan nítidamente como un bien común». En este sentido, la experiencia italiana resulta particularmente ejemplar pues la crisis de la democracia representativa que allí se produjo durante los años 90 propició el auge de las ligas neofascistas y el acceso a la presidencia del magnate de la comunicación Silvio Berlusconi quien ha convertido a su actual partido, Forza Italia, en la primera formación política del Estado. Ignacio Ramonet explicaba así la fórmula de su éxito: «Berlusconi aprovechará su fabulosa riqueza y el formidable poder que le confieren sus cadenas de televisión, en materia de violencia simbólica [se denomina así a la que se ejecuta sobre un agente social contando con su complicidad], para demostrar, en la era de la mundialización, una sencilla ecuación: cuando se posee el poder económico y el poder mediático, el poder político se adquiere casi de inmediato».

Pese a este peligro evidente, las nuevas condiciones que afectan al mundo del «no trabajo» atentan también contra la base misma del individualismo de las masas propiciando formas emergentes de cooperación y solidaridad que se extienden desde el lugar del trabajo al de la vida dando forma al principio constituyente de lo que, a partir de una relectura actualizada del concepto marxiano de General Intelect, Virno denomina, sin duda provocadoramente, «intelectualidad de masas». Desde esta toma de conciencia del nuevo proletariado, cabe explorar métodos de reapropiación en positivo de los ‘vicios’ del nuevo sistema que pasarán a convertirse así en las ‘virtudes’ de la única resistencia que todavía parece pensable. Resultaría viable pues, al menos desde esta perspectiva, sacar algún esperanzador partido de la inevitable precariedad laboral, del éxodo forzado, del miedo y de la inseguridad constantes, del continuo reciclaje y de la formación difusa, del cinismo institucionalizado, de esa especialización en el oportunismo que cada vez resulta más necesaria para sobrevivir e, incluso, del desencanto político generalizado.

Todo un lote de ‘posibilidades’ que viaja casi de incógnito junto a las vicisitudes de la gente del pueblo, esa que antes se identificaba con la clase trabajadora y que ahora habría que hacerlo con la multitud que aunque esté empleada se sabe condenada a vivir siempre en precario. Algunas de ellas, como el oportunismo, el continuo reciclaje o la inestabilidad laboral constituyen ya —aunque de forma en muchos casos inconsciente— una parte de la logística que está haciendo posible las nuevas fórmulas de contestación social que conviven libremente en el interior del (mal) llamado «movimiento antiglobalización». Un magma informal, pero pleno de sentido, que se auto-organiza de forma descentralizada y según fórmulas heterárquicas de participación democrática con el objetivo genérico de hacer públicamente visible la veracidad de esa consigna que afirma que «otro mundo también es posible».

Ya en 1994 el colectivo Critical Art Ensamble (CAE) escribió un influyente ensayo titulado "Desobediencia Civil Electrónica" en el que se animaba a artistas comprometidos, hackers y activistas políticos a hacer alianzas con la intención de bloquear o intervenir los flujos informativos en cuanto nueva forma del capital en el ciberespacio. Esta fórmula se proponía como la principal táctica de resistencia no violenta para los nuevos tiempos que empezaban a correr entonces puesto que, según ellos, «La estrategia indirecta, la de la manipulación de los medios a través de un espectáculo de desobediencia destinado a conseguir la aprobación y el respaldo de la opinión pública es una propuesta destinada al fracaso».

Al respecto, resulta interesante también la reivindicación de las cuestiones modales que apunta De Certeau a partir de sus análisis de los ‘usos’ que los consumidores realizan de los productos simbólicos y culturales: «Las prácticas del consumo son los fantasmas de la sociedad que lleva su nombre. Como los ‘espíritus’ de antaño, constituyen el principio multiforme y oculto de la actividad productora». Un consumo que incluso en su aspecto más simbólico (información, imágenes, etc.) ahora se ha vuelto enormemente productivo para los Señores del Aire, tal como apunta Echeverría en su descripción del Tercer Entorno creado a partir del desarrollo de Telépolis, «Asistimos a una nueva colonización del planeta, que tiende a organizar las relaciones sociales mediante redes y telas de araña, y ya no mediante recintos espaciales dotados de interior, frontera y exterior».

Volviendo a De Certeau, su reivindicación de los escamoteos, trucos y artimañas que los ‘débiles’ vienen utilizando desde tiempo inmemorial para contrarrestar la presión del poder en cualquier campo y su distinción entre «estrategias y tácticas» resultan fundamentales a la hora de elaborar cualquier proyecto actual de disentimiento. En este sentido, cabe apuntar que «la estrategia postula un ‘lugar’ susceptible de ser circunscrito como ‘algo propio’ y de ser la base desde la que administrar las relaciones con una exterioridad de metas o de amenazas (los clientes o los competidores, los enemigos, el campo alrededor de la ciudad, los objetivos y los objetos de la investigación, etc.)», lo que equivale a decir que es la fórmula de quienes detentan algún tipo de poder. Sin embargo, la táctica «no tiene más lugar que el del otro. (...) Opera golpe a golpe. Aprovecha las ‘ocasiones’ y depende de ellas, dado que no cuenta con una base donde acumular los beneficios, aumentar lo propio y prever las salidas». Esta última será, por tanto, la metodología más adecuada para el disentimiento de los débiles dado que su potencia radica en el saber actuar, siempre, en el territorio del ‘enemigo’.


Domingo Mestre. Artista visual y escritor. Miembro de los United artists from the Museum y de la Plataforma Ex-amics de l'IVAM, entre otras.
El texto aquí publicado, es un fragmento extraído de su respectivo publicado bajo el mismo titulo en el catálogo de la exposición "
DEL MONO AZUL AL CUELLO BLANCO: Transformación social y práctica artística en la era postindustrial", comisariada por José Luis Pérez Pont, y editado por la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, 2003.

27/7/13

Adrienne Rich, Reparto de tareas

 


Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:
una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera,
una revista antigua abrillanta su obra
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión
con planchas y vacilante agua caliente
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
desaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos de
repentinas inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
—mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de las mañanas
He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría. Índice y pulgar: los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano

ADRIENNE RICH 

(Versión de María Soledad Sánchez Gómez)

26/7/13

Neorrabioso, reacciones contra sus pintadas

A propósito de los testimonios de ciudadanos ante las pintadas de NEORRABIOSO en las calles.
He leído los comentarios, algunos se autodescalifican solitos, pero dan una idea real de lo que implica sacar el arte y la poesía de sus escondites habituales y con y contra quien/es tenemos que lidiar o batirnos.
Nadie de los reaccionarios a la aparición provocativa de las pintadas expresivo-filosófico-poéticas de Neorrabioso se ha parado a pensar en que nuestras ciudades están invadidas por miles de consignas, indicaciones, eslóganes, marcas, señales, preceptos de ley y orden y que todos las tenemos asumidas, porque alguien dice que son útiles o bien a sus autores les protege la privacidad del dinero o el prestigio oficial, para vendernos productos ofensivos e inútiles;  la mayoría de los carteles, lemas, consignas (para mi y algunos más molestos y agresivos) de la publicidad son de un gusto pésimo y por eso la irrupción de alguien creativo, radical, provocativo y esencialmente poético en este mundo utilitarista y vacío asusta y molesta; para mi y otros el tener cerca o encontrarse con uno de los mensajes de Batania no solo no nos molesta sino que pone una nota de color, de reflexión y esperanza entre tanta estupidez y banalidad. Algunas de ellas incluso deberían de trascender su carácter efímero, que nadie se rasgue las vestiduras, en algunas ciudades más al norte han preservado este tipo de arte provocador sobre muros y fachadas,lo llaman "street art" y así está reconocido en numerosos ámbitos; claro está que la educación y cultura no son lo fuerte entre los que escriben esas "reacciones" en el blog.
Vale, el abuso de pintadas de todo tipo en las ciudades es "otro debate", pero quizás las de Batania sean de las más interesantes y enriquecedoras y además él no se esconde como el resto de los artistas callejeros.
Este mundo es diverso y tiene que haber de todo, los descerebrados abundan.  
Se limpian las pintadas como se poda el césped o se arreglan las calles y su gasto no representa ni el 0,0001% de lo que nos roban esos a quienes votáis/votamos.
Mi total apoyo a Neorrabioso, Sí a las intervenciones públicas, las calles también son nuestras no solo de los cretinos.
Félix Menkar

COPIO de su blog estas reacciones.....
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REACCIONES A LAS PINTADAS NEORRABIOSAS (12): Testimonios de ciudadanos y blogueros en contra de las pintadas


NOTA: Evidentemente, existen personas contrarias a las pintadas y algunas de ellas me han trasladado su disconformidad. Estos son algunos de los testimonios que me he encontrado rastreando un poco en los comentarios que recibo en mis blogs o en mi facebook (aunque hay muchos más):
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BICEFALEPENA: No termino de tener muy claro eso de escribir poesía en las paredes. Una buena idea sería escribirla en las persianas, pero las propias, e ir renovando lo escrito a conveniencia. La última frase de un conocido que pillaron en un paso de cebra fue: "Pero que conste que tenía razón". Y es cierto que la tenía, pero se la quitó de una forma un tanto absurda. Lo siento, no soy tan progre como para entender como algo natural que alguien tenga que repintar o limpiar repetidamente la misma pared. Y de rabia, te aseguro que voy bien servido. Salud (Neorrabioso Blog, 5 de noviembre de 2010, 13:47).

ALFREDO GARCÍA CASTILLO: Hola, buenas noches, antes de nada decirte que mi barrio (Vallecas) está lleno de versos tuyos, que no digo que estén mal, pero que ensucian, y el que los quiten cuesta dinero a todos los contribuyentes. Me gustaría que dejases de escribir en la calle, que sacaras una revista, yo que sé, que realces más el blog tuyo, pero que tengas en cuenta eso, que a lo mejor a ti no te importa pagar impuestos, pero a mucha gente del barrio, en cuyo grupo estoy incluido, pues no. Saludos y que te vaya bien (Neorrabioso Facebook, 15 de noviembre de 2010, 22:08).

NEKO: ¿Y la de pasta que gastan para limpiar tus pintadas? ¿No es mejor manera el blog de darte a conocer? La verdad es que no estoy a favor de estas cosas. Me gusta lo que escribes, pero no el dónde (Batania Blog, 12 de enero de 2011, 16:45)

MANANTIAL: La semana pasada estuvimos riéndonos un buen rato de tus pintadas, tanto que te hemos buscado y encontrado en la red. Siento decírtelo, porque quizás te duela... no comunican absolutamente nada. Son palabras vacías que a nadie importan y que a todos extrañan. Otra sucia expresión de nadie en un muro.

Si quieres expresarte, hazlo. Hoy tienes posibilidades para que lo que quieras gritar recorra el mundo... pero no seas tan absurdo como para creerte diferente por hacer lo mismo que hacían hace 10.000 años, pintar paredes.

Evoluciona, y de paso, deja de ensuciar mi ciudad porque así, nada te diferencia de los demás, eres un artista de la nada más (Batania Blog, 26 de marzo de 2011, 18:34)

JAIME GONZÁLEZ: Eres un puto cerdo que tienes mi barrio hecho mierda con el puto spray de los cojones. Pinta la casa de tu puta madre. Aparte del mal gusto que tienes. Tonto de los cojones. (Neorrabioso Facebook, 11 de mayo de 2011, 0:39)

JOTAEME: Estoy como los bancos: no doy crédito. ¿Tanto hemos perdido el norte que andamos haciendo alabanzas y llamamos poeta y poesía a las ocurrencias de un mamarracho ocurrente? ¿Llamamos ingenio a esas paridas de todo a un euro? ¿Pensamos que hay un contenido intelectual intenso en esas levedades pintarrajeadas? Oiga. Seriamente. Cómprese un libro. O se lo regalo yo, pero creo que le hace falta un libro para que no se siga asombrando con recaditos de un matao con un bote de spray. (Blog NI ME VA NI ME VIENE, 4 de abril de 2013, 8:33)

CROQUETAS: Es que esto demuestra que para las que defienden, jalean y promueven esto, la propiedad ajena y la común no tienen valor si el mensaje que las estropea es guay. Lo guay está por encima de todo lo demás, todo queda supeditado a la simpatía que les despierte y frente a ella, las normas de convivencia son secundarias. Es que te mueve a pensar. Qué recado. Qué profundidad. Pero no en mi tapia. No en mi casa. No en mi coche. A lo de los demás o a lo común, que les den, que es guay. Es como un piquete informativo sindical, pero de gafapastas ilustrados con sensibilidad autoproclamada. (Blog NI ME VA NI ME VIENE, 4 de abril de 2013, 13:58)

JFKA: Si yo voy a casa de ese pollo, y le pinto en las paredes sonetos gongorianos, o mejor todavía, le defeco en el salón porque quiero hacer una instalación interventiva muy enérgica contra los residuos que están extinguiendo el camarón correntino… ¿estoy haciendo arte, también? ¿El arte ahora depende de la difusión? Entonces este señor, además de ser un pintamonas, es un ególatra de tomo y lomo. Dechado de virtudes… (Blog NI ME VA NI ME VIENE, 5 de abril de 2013, 17:53)

VEKI G. VELILLA: Sé que el hecho de no conocerte de nada no me da derecho para juzgarte;

Me parece muy bien que quieras reivindicar tus derechos y luchar por la justicia pero... ¿Crees que sirve de algo que llenes las calles de Vallecas (por lo menos donde las veo) de pintadas contra el mundo en general?

Puedo entender tu indignación, de hecho, lo que está pasando nos indigna a todos, pero hay maneras y maneras de hacer las cosas: con educación y respeto a las cosas comunes y personas ajenas, o anárquicamente sin respetar ni al resto ni su entorno, una de las cosas de las que te quejas.

Creo que tienes frases muy buenas e incluso algunas son dignas de leer, pero no creo que eso te dé derecho a ir escribiéndolas por la calle cual niño de preescolar... (Neorrabioso Facebook, 17 de enero de 2013, 14:29)

LEO GIL POYÁN: Deja de escribir en las paredes, imbécil, que la limpieza de tus panfletos la pagamos todos. Y otros te harán la vida a ti, a mí no. ¿Te has parado a pensar lo absurdo que eres? (Neorrabioso Facebook, 29 de mayo de 2013, 11:39)

http://neorrabioso.blogspot.com.es/2011/07/reacciones-las-pintadas-neorrabiosas-12.html

20/7/13

Antonio Gómez en PAN XI (Morille. Salamanca)

ANTONIO GÓMEZ y Tania Martinez ---Conversaciones en la tenada del PAN (
Encuentro transfronterizo de poesía, patrimonio y arte de vanguardia (PAN XI) en Morille (Salamanca).
con el poeta visual Antonio Gómez (con Tania Martinez)
Experimentar e investigar en todo tipo de actividad ya sea científica o creativa provoca como consecuencia que la humanidad prospere y progrese. Los cambios cuando aportan mejoras y beneficios suelen ser asumidos por la sociedad sin ningún tipo de dudas ni reparos. Pero cuando se trata de una realidad cuya rentabilidad es a largo plazo o minoritaria todo se ralentiza, se sabe que la cultura siempre fue privilegio de minorías y aunque se han alcanzado ciertos hitos en el proceso de su socialización, es mucha la tarea que queda por hacer para que ésta se encuentre al alcance de todos los mortales. La poesía experimental es una realidad desde el momento en que la humanidad intenta comunicarse, antes incluso que aparecieran los alfabetos de una manera gráfica se podían expresar conocimientos y sentimientos. Mirar y ver siempre fue una forma de lectura y con más motivo en la actual sociedad, donde la imagen se ha convertido en un idioma universal.
Toda la info necesaria sobre Antonio Gómez,  gracias a BOEK:
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DIOS PAN. Francisco Escudero

8/7/13

Chella, poesía

Poema de Beatrice Borgia del recital efectuado en la casa Rural de Honorato de Chella (Valencia) el día 29 de junio del 2013.

4/7/13

Paul Auster


NOTAS DE UN LIBRO DE COMPOSICIÓN (1967)

PAUL  AUSTER


I
El mundo está en mi cabeza. Mi cuerpo está en el mundo.
II
El mundo es mi idea. Soy el mundo. El mundo es tu idea. Eres el mundo. Mi mundo y tu mundo no son lo mismo.
III
No hay ningún mundo excepto el mundo humano. (Por humano me refiero a todo lo que puede ser visto, sentido, oído, pensado e imaginado.)
IV
El mundo no tiene existencia objetiva. Existe en la medida en que somos capaces de percibirlo. Y nuestras percepciones son limitadas necesariamente. Lo que significa que el mundo tiene un límite, que se detiene en alguna parte. Pero donde se detiene para mí no es necesariamente donde se detiene para ti.
V
Ninguna teoría del arte (si es posible) puede ser separada de una teoría de la percepción humana.
VI
Pero no sólo nuestras percepciones son limitadas, el lenguaje (nuestro medio para expresar esas percepciones) es limitado también.
VII
El lenguaje no es experiencia. Es el medio para organizar la experiencia.
VIII
¿Qué es, entonces, la experiencia del lenguaje? Nos da el mundo y lo arrebata de nosotros. En un mismo aliento.
IX
La caída del hombre no es una cuestión de pecado, de transgresión, ni de infamia moral. Es una cuestión del lenguaje conquistando la experiencia: la caída del mundo en el mundo, la experiencia descendiendo del ojo a la boca. Una distancia de aproximadamente tres pulgadas.
X
El ojo ve el mundo en flujo. El mundo es una tentativa de detener el flujo, de estabilizarlo. Y sin embargo persistimos en tratar de traducir la experiencia en lenguaje. De ahí la poesía, de ahí las expresiones de la vida cotidiana. Esto es la fe que previene la desesperación universal —y también la produce.
XI
El arte es el espejo del ingenio del hombre (Marlowe). El reflejo exacto es acertado —y quebradizo—. Destrozar el espejo y volver a arreglar los pedazos. El resultado será todavía un reflejo de algo. Cualquier combinación es posible, cualquier número de pedazos puede quedar fuera. El único requisito es que por lo menos un fragmento permanezca. En Hamlet, sostener el espejo hacia la naturaleza equivale a lo mismo que la formulación de Marlowe —una vez que los argumentos previos han sido entendidos—. Porque todas las cosas en la naturaleza son humanas, aun cuando la naturaleza misma no lo sea. (Nosotros no podríamos existir si el mundo no fuese nuestra idea.) Es decir, sin importar las circunstancias (antiguo o moderno, Clásico o Romántico), el arte es un producto de la mente humana. (El humano imitó.)
XII
La fe en la palabra es lo que llamo Clásico. La duda en la palabra es lo que llamo Romántico. El Clasicista cree en el futuro. El Romántico sabe que será decepcionado, que sus deseos nunca serán cumplidos. Pues cree que el mundo es inefable, fuera del alcance de las palabras.
XIII
Sentirse alienado del lenguaje es perder tu propio cuerpo. Cuando las palabras te fallan, te disuelves en una imagen de la nada. Desapareces. ~


Traducción de Alejandro García Abreu

1/7/13

Antonio Orihuela y El Niño de Elche en Chella

Poema de Antonio Orihuela y canción del Niño de Elche en la Casa Rural de Honorato en Chella (Valencia)parte estas del recital que dieron el día 29 de junio del 2013.
(Cortesía de Shiro Dani)