30/5/11

Valencia_poemas contra la violencia

27 mayo 2011
Lectura: David Moreno, poema de Beatrice Borgia.

24/5/11

CARTA ABIERTA EN DEFENSA DE LA PLURALIDAD Y CONVIVENCIA DE POÉTICAS



La realidad no es legible de manera evidente. Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad, pudiendo traducirla de manera errónea. Nuestra realidad no es otra cosa que nuestra idea de la realidad. Del mismo modo, importa no ser realista en un sentido trivial (adaptarse a lo inmediato), ni irrealista en el mismo sentido (sustraerse de las coacciones de la realidad); lo que conviene es ser realista en el sentido complejo del término: comprender la incertidumbre de lo real, saber que existe una porción de lo posible aún invisible en lo real.
Edgar Morin


El lenguaje poético es un patrimonio colectivo. Una urdimbre tejida en la arena de la diversidad. Nuestras tradiciones literarias siempre se han visto atravesadas por múltiples mutaciones que han ayudado a componer y descomponer el ovillado paisaje de la palabra. No en vano la palabra recoge la complejidad genésica de nuestra existencia. Así ha sido en el caso de la lengua española. Las literatura(s) panhispánica(s) (de acá y allá, en diálogo unas veces, aisladas otras) siempre han manifestado en su devenir histórico la riqueza de lo plural, el desborde de lo conectivo. No existe una deriva única de lo poético. Nunca se produjo una voz homogénea para toda nuestra tradición. Las tentativas de encerrar el lenguaje literario dentro de límites inamovibles han dado como resultado estructuras cerradas de pensamiento que trabajan en contra de la propia y esencial condición de la palabra.

Las personas que firmamos esta carta creemos firmemente en esta pluralidad poética heredada –a la que hemos tratado de contribuir activamente con nuestro propio trabajo– y por eso nos mostramos resistentes a cualquier forma de cierre normativo. Creemos necesario alzar un muro de contención ante actitudes que pretenden reproducir debates que «ya» no son legítimos –que, en realidad, nunca lo fueron– porque representan en sí mismos una agresión a esa misma pluralidad conquistada, al trabajo y legado creativo, teórico y vital de muchas poéticas y poetas precedentes y que recogen de manera natural el legado incuestionable de los padres de la modernidad poética: del romanticismo inglés y alemán al surrealismo pasando por Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé. Ha costado mucho desterrar de nuestro campo literario el cainismo y la exclusión. No vamos a consentir ahora que vuelvan a reproducirse estrategias envenenadas similares. El debate de poéticas es necesario, útil el contraste filosófico, intelectual, en torno a la creación, pero siempre en el marco de un respeto escrupuloso a la diversidad y el disenso.

Por todo ello queremos reivindicar como legítimo y propio de la(s) poética(s) panhispánica(s) actual(es) los siguientes elementos:

Escritura(s). En plural. Modos del lenguaje que se encuentran. Ningún programa prescriptivo. Huellas. Rescoldos a modo de conceptos, de cruces, de intuiciones. Ninguna tabla de la ley. No sabemos. Quizá sean un modo de operar, de practicar la literatura. Ese acontecimiento ignoto. No sabemos. Disparan la semilla de lo por hacer y de lo hecho. No sabemos. Mueven a la acción.

Tradicion(es). En plural. Linajes incrustados, desde siempre, en nuestra modernidad, en nuestra memoria literaria. Linajes que se activan y se iluminan desde el presente y de los que debemos hacernos merecedores. Como afirmó Eliot, la tradición «no se puede heredar, y si la deseas debes obtenerla con gran esfuerzo». Cada poeta se forja y construye su tradición, su propia cadena de ejemplos y magisterios, y este esfuerzo es en sí mismo un acto poético, una intervención en el mundo. Puede ocurrir –y de hecho ocurre– que este esfuerzo ponga a prueba nuestra capacidad de asunción cognitiva o de mera comprensión, incluso a lo largo de toda una vida de esfuerzo. La dignidad e inteligencia vitales consiste entonces en asumir esta discapacidad en vez de darle el formato autoexculpatorio de lo incomprensible, lo hermético, lo bárbaro y despreciable. Imposible simplificarla, esencializarla, despotenciarla a través de marbetes o etiquetas reductoras. Imposible normativizarla en interés propio, mediante operaciones espurias de exclusión o ninguneo. Voces habitadas para nuestro presente y nuestro futuro.

Heterodoxia(s). En plural. Nunca una lectura unívoca de lo poético, no podemos aceptar como obvio ni la desaparición del habla ni el habla homogeneizada. La palabra poética implica desborde, intersubjetividad, entramado conectivo, intersticio, complejidad. Y significa todo ello porque dialoga con lo humano.

Poética(s). En plural. No hay una poética una que convierta a las demás en otras. No hay norma, no hay centro natural o tácito. Queremos (re)afirmar y defender el deseo y la probada capacidad de convivencia de poéticas diversas que han demostrado en los últimos años su resistencia a la codificación. No precisamos para construir o apuntalar una identidad la negación del Otro. No vivimos la alteridad como amenaza, sino como nutriente y condición necesaria para la construcción de nuestra posible identidad colectiva y personal.

Hibridez y Diversidad(es). En plural. Creemos que la poesía no es mercancía, no es hija de la rentabilidad económica. Tampoco de las ideologías. La poesía es una multiplicidad de pájaros, aves raris, aves migratorias, que ponen su nido en lo alto, alejado del manoseo y voracidad de las alimañas y carroñeros. No podemos, por tanto, hablar de «una» poesía, sino de «poe-diversidad», en constante vuelo, en constante cruce, en constante mestizaje. Y no enjaulada, sino libre, puede ser del mundo, desde el mundo, con el mundo. Pero siempre «haciendo mundo».

Pensamiento(s). En plural. Desconfiamos de los falsos dualismos (razón y emoción, realismo e irracionalismo, público y privado, naturaleza y cultura…) en los que se ha querido encerrar lo poético. Se trataría, como dice Miguel Casado, de «ampliar la noción de pensamiento, extenderla a todos los movimientos de la mente, a uno y otro lado de la conciencia, a todos los movimientos interiores del lenguaje que de modo constante nos recorren y atraviesan». En definitiva: destacar el carácter desestabilizador y genésico de la palabra poética como apertura del pensamiento.

Realidad(es). En plural. La relación de lenguaje y realidad es compleja, porque ambas son complejas de por sí y más cuando se relacionan, influyen, comunican. Es simplista y equívoco detenerse en un estilo o propuesta, en una sola manera de abordar esa difícil exploración de la materia (humana y no humana) que llegará a ser poema.

Subjetividad(es). En plural. Sin menoscabo de que cada uno/a pueda o quiera llevar la voz poética adonde crea conveniente. Todas las formas de enunciación tienen sentido y no seremos nosotros quienes juzguemos la pertinencia de lo que cabe o de lo que debe desaparecer.

Emoción(es). En plural. No codificadas, no predeterminadas en un calculado ejercicio de causa-efecto practicado desde las inevitables limitaciones del poeta sino trascendidas y reveladas junto a él en un proceso que hermana escritura y lectura, que convierte al lector en agente activo y co-productor de sentido.

Lector(es). Recepciones. Por todo lo anterior reivindicamos el respeto a la inteligencia y creatividad lectoras, a la libérrima capacidad de sorprenderse y sorprendernos de aquel que generosamente se acerca a un texto para darle vida; a su derecho inalienable de que nada ni nadie se haga garante ni faro de sus emociones, su criterio, su infinita libertad.

Así, queremos reivindicar la convivencia de poéticas, la pertinencia del debate crítico, la belleza de la pluralidad como alimento de lo creativo. Y rechazamos de manera frontal cualquier estrategia de apropiación, simplificación o reduccionismo literario.

Y para que así conste lo firmamos en Madrid a 17 de mayo de 2011.

21/5/11

Lafu Danger


Me voy a la plaza, a compartir la palabra, a construir con las manos una casa donde quepamos tod@s/ me voy para encontrarte/ para encontrarnos me voy/ a buscarte la mirada clara que predice un futuro/ donde Democracia, Libertad y Justicia/ anden con nosotr@s el horizonte/ Me voy para llenarme de Esperanza/ para creer en tí y en mí/ para saber que ya no tenemos miedo/ y que nadie más ya tendrá miedo/ Me voy porque si me quedo en casa/ el espejo no podrá creerme/ y yo.../ tampoco/ Me voy para aprender, para crecer, para seguir soñando/ que el ser humano todavía tiene un Todavía/ a pesar de todo/ en cada propuesta, en cada consigna, en cada niñ@ que nos confirma que la Vida sigue creyendo en nosotr@s...

Lafu

20/5/11

Isabel Pérez Montalbán. Los genes australes.

unos poemas de ...


LOS GENES AUSTRALES
Isabel Pérez Montalbán

I
Se nace con un ácido interior,
un ADN carcelario,
una larva o factor determinante
de colores y razas:
rubio o castaño el pelo,
roja o azul la sangre,
la piel casi mestiza, verde el iris,
marron glacé la vida,
gris acero la vida,
blanco roto la vida.
Lo innato es eso. El color y el pan,
la dirección, la brújula.
Lo natal son los túneles,
fuego y luz ulterior.
La oscuridad sucesiva. Lo negro.
Corre en las venas un paisaje.
El norte. El sur vital y geográfico
del mundo y sus monedas.

II
Yo tuve un gen de cal y siesta,
un patio con helechos,
un barrio en las afueras, dos familias,
un testamento de guerra civil.
Porque se heredan la sangre y los muertos,
se hereda lo amarillo.
Mi paisaje primero es un eclipse.
Córdoba como un puzzle,
la tumba de su río bajo el Puente Romano
–el peligro del puente–,
las calles sin horizonte de Córdoba
–la adolescencia mala sin plano ni horizonte–,
siempre el agua estancada de los árabes,
siempre el miedo al calor en las noches de agosto.
Y siempre la distancia y el exilio.

III
Navegar no es sinónimo de hundirse,
pero a veces los barcos se sumergen.
Me hice a la mar. Málaga es sólo mar,
un mar de azul profundo,
una marina en óleo sobre lienzo,
la costa de un turismo pobre
que llega al rompeolas de una ciudad fenicia.
Después, los territorios extranjeros.
Recuerdo el metro musical
de aquel Madrid en hora punta,
Lisboa ardiendo cuesta arriba,
los portugueses negros hablando con su acento
expulsado de la colonia.
Barcelona parece un Miró en blanco y negro.
Y Galicia es un barco en la tormenta,
bruma verde en la ría,
el catecismo de la lluvia,
el agua religiosa, el opio líquido
confundiéndose con el llanto.
Todo se ha perdido en el tiempo
como lágrimas en la lluvia,
y no vale ni dura más
que la vida de un replicante.

IV
Si me muevo, y vaya donde vaya,
siempre me bajo un poco más al sur,
me salgo de los límites correctos.
Porque tengo la brújula anímica
dañada de fiebre meridional.
Y la dirección rota y los genes australes.
Tengo africana
la rosa de los vientos.
Me tira el ser humano,
me quema el sur proletario y silvestre,
el grito de los desaparecidos,
la mano esclava de un niño explotado,
los ojos siervos de algún inocente,
la piel negra del Harlem
y la escoba del apartheid.
Me tiro y me sumerjo
en el sur rojo y amniótico de la sangre,
en los temblores de las fallas sísmicas,
en la pulposa humedad caribeña
y en la fábrica asiática de todo a cien.

V
El sur también existe, que dice Benedetti.
No sé si existo, pero si existo soy el sur.
Pienso, luego sur.
Estoy al sur de todo,
a la izquierda del norte judicial y becario,
de la caridad solidaria,
de la nieve que viaja en limusina,
del imperio nipón-germánico,
a la izquierda del verde cantábrico y bursátil.
Y sin botines.
No es verdad que están llenos los hoteles.
Al auténtico sur no llega nadie
ni se viene de vacaciones.
El sur no se visita.
El sur se lleva dentro como un órgano
y no tiene fronteras ni aeropuertos,
pues se expande como un big bang
y es un incendio inextinguible.

VI
Toda revolución pasa en el sur,
aunque tome un palacio de invierno en pleno octubre.
Todas las bombas caen en el sur,
aunque exploten en Serbia.
Porque el sur no es un punto cardinal,
sino un planeta viejo, quemado por el sol.
Y están en él los insurrectos todos,
con su astillero regulado y su aceite de oliva
de un grado de acidez –cada día más caro–,
cada niño con su patera,
con su coche italiano cada adulto,
y cada amor con su mentira
de perfume francés.

VII
El sureño es un hombre que por ejemplo va
al Banco Santander Central Hispano,
y cambia su salario anual, su ahorro,
y se da cuenta de que mil sudores
son tres euros y un dólar
con siete céntimos de yen.
Un hombre antártico no hace un crucero
por los fiordos noruegos porque
se le congela el sistema arterial.

VIII
El Inserso programa viajes y balnearios,
baños para la artrosis,
playas para la edad del pensionista,
mapas y rutas al centro-derecha
y tarjetas doradas con bastante descuento.
Porque la arruga es bella en fin de siglo.
Pero los pasajeros del Inserso no llegan
a fin de mes con la receta.
Sus hijos los asilan
por turnos en sus casas adosadas,
y los emplean de niñeros.
Una cierta economía doméstica,
un sistema de XXV años de paz.

IX
Es agrio el sur. Y tiene sabores a salitre
y a fresas inmaduras, pero es mío.
Indigna consultar los mapas
y hallarse siempre abajo.
Desconcierta nacer,
ir dejando los días al torrente imprevisto,
acostumbrarse al caos.
Y es que nunca se sabe.
Hay quien sale de un vientre
y acaba en una mina antipersonal.

Isabel Pérez Montalbán (Córdoba, 1964) reside en Málaga desde 1981. Ha estudiado Magisterio y Ciencias de la Información. Ha publicado los poemarios y cuadernillos de poesía: No es precisa la muerte, Ayto. de Málaga, 1992, Puente levadizo, Barcarola, Diputación Provincial de Albacete, 1996, Fuegos japoneses en la bahía, Miguel Gómez Ediciones, Málaga, 1996, Cartas de amor de un comunista, Germanía, Hoja por Ojo, Valencia, 1999, Los muertos nómadas, Diputación Provincial del Soria, 2001, De la nieve embrionaria, Casa del Inca, Ayto. de Montilla, Córdoba, 2002, El frío proletario, Litoral, El Agua en la Boca, Málaga, 2002, La autonomía térmica de los pingüinos, Poesía Circulante 41, Málaga, 2005, Siberia propia, Bartleby Editores, Madrid, 2007, Animal ma non troppo, Crecida, Huelva, 2009, Un cadáver lleno de mundo, Hiperión, 2010.
Asimismo ha participado en un buen número de antologías, entre las que destacan Feroces. Radicales, marginales y heterodoxos en la última poesía española. DVD, Barcelona, 1998; Poesía y conciencia. Voces del extremo, Fundación Juan Ramón Jiménez, Moguer, Huelva, 2000; Una mano tomó la otra, Comunidad de Madrid. 2002; 11-M: Poemas contra el olvido. Bartleby Editores, Madrid, 2004; Con voz propia. Estudio y antología comentada de la poesía escrita por mujeres (1970-2005), de María Rosal. Renacimiento, Sevilla, 2006; Once poetas críticos en la poesía española reciente, Enrique Falcón, coord., Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2007 o 23 Pandoras, Baile del Sol, Tenerife, 2009.

19/5/11

Coral Bracho. Codex de Poetas

De influencia surrealista, enmarcada en el estilo neobarroco latinoamericano.http://es.wikipedia.org/wiki/Coral_Bracho


El amor es su entornada sustancia
Encendido en los boscajes del tiempo, el amor
es su entornada sustancia. Abre
con hociquillo de marmota,
senderos y senderos
inextricables. Es el camino
de vuelta
de los muertos, el lugar luminoso en donde suelen
resplandecer. Como zafiros bajo la arena
hacen su playa, hacen sus olas íntimas, su floración
de pedernal, blanca y hundiéndose
y volcando su espuma. Así nos dicen al oído: del viento,
de la calma del agua, y del sol
que toca,
con dedos ígneos y delicados
la frescura vital. Así nos dicen
con su candor de caracolas; así van devanándonos
con su luz, que es piedra,
y que es principio con el agua, y es mar
de hondos follajes
inexpugnables, a los que sólo así, de noche,
nos es dado ver
y encender

Coral Bracho. México DF 1951
Es la noche el lugar
que ilumina el recuerdo.

Es una vasta construcción
sobre el mar. Es su despliegue
y su secuencia.
Amplios corredores se extienden sobre blancos pilares.
Las terrazas abiertas sombrean las olas,
y uno se interna y cruza
por insondables extensiones.

Va la mirada inaugurando los trazos,
van las pisadas centrando la inmensidad.
Y su perfil
cambiante se va trabando.
Y su emprendida solidez
nos va infundiendo una claridad: la del espacio
que se entrelaza. Vemos
transparencia en los muros, transparencia en las densas,
despiertas olas y una alegría nos roza como un augurio,
como la aleta fina y sigilosa
de un pez.

Es la memoria el viento
que nos guía entre la noche
y en ella funde
su tibieza: Nos va llevando,
nos va cubriendo con su aliento. Y es su suave premisa, su
levedad
la que entreabre esas puertas:
Balcones, cuartos
aromados pasillos. Salas
de inextricable y nítida placidez. Ahí,
entre esplendores recién urdidos,
bajo el espacio imperturbable, recobramos, a gatas,
la expresión de los muebles,
su redondeada complacencia: Todo
nos cubre entonces
con una intacta
serenidad. Todo
nos protege y levanta con gozosa soltura.
Manos firmes y joviales nos ciñen
y nos lanzan al aire, a su asombrosa, esquiva, lubricidad.
-Manos entrañables
y densas. Somos
de nuevo risas,
de nuevo rapto bullicioso,
acogida amplitud.


Todo
nos retoma y nos centra,
todo nos despliega y habita
bajo esos bosques
tutelares: Agua
goteando; luz
bajo las hojas intrincadas del patio.

Coral Bracho. México DF 1951

DEMOCRACIA Y AUTOCRÍTICA


(NOTA publicada en Facebook por Fernando Tornero, poeta y ciudadano valenciano, crítico e indignado...como muchos)

Nunca he usado el facebook para la expresión política, propaganda, o para denunciar ninguna institución. Entiendo que tengo más de 400 amigos, y cada uno comulga con su propia simpatía hacia una u otra ideología. Puestos a insistir, lo hago a través de los versos, que encuentran una familiaridad distinta, más plural, ya que a todos, en algún momento, antes o después, nos seduce la poesía. Sin embargo, comprendo perfectamente que las redes sociales son una herramienta eficaz, multiplicadora, cercana, y básicamente gratuíta. Eso la convierte en voz absolutamente necesaria, quizás la única que disponemos los anónimos, la gente corriente, para convocar, desahogarse, unirnos, y sobre todo, encontrarnos. Hoy es diferente, hay algo tangible que se mueve, hay una palabra que está crispada y propone indignación. No es una palabra nueva, sólo era una palabra dormida. Y la verdad, es que todos pertenecíamos al mismo sueño. Agricultores que cedían sus campos para edificar, y en dos años ganaban la fortuna de varias generaciones. Nomineros, fijos o no fijos, que se hipotecaban para toda la vida, para su única vida, a interés variable y obsesión fija. Empresarios de la nada, que levantaban imperios de cualquier actividad, a pagar a 120 días, con pagarés que la propia bonanza del sistema hacía buenos. Políticos que no han sido auditados, que las urnas sólo les pasaban factura cada cuatro años (y ocho, y doce),y claro en ese tiempo, hay mucho espacio para la fortuna, y la renta vitalicia. Bancos que no han sido legislados, que han sido generadores de una escalada a la cumbre sin oxígeno, por la propia (in)competencia, por los dividendos, por los mercados, por la ausencia de unos mecanismos suficientes para evitar esta locura colectiva. Es así, mientras el sueño nos llevaba entre algodones, nadie quería despertar. Cuando el sueño se acercó a la pesadilla, entonces, sólo entonces, un sobresalto, un grito, los ojos abiertos, el sudor, y las sábanas desordenadas. Pero ahora, es otra vez momento de superarse. El ser humano lo ha hecho siempre. Hemos atravesado montañas, hemos cruzado océanos en un cascarón de madera y cuatro telas, hemos salido al espacio en una nave del tamaño de un ascensor, hemos superado pandemias y se ha encontrado el remedio de evitarlas. Yo creo en el hombre. Y creo que supera en virtudes los defectos. El desarrollo nos ha llevado hasta la democracia. Si miramos atrás, vemos otros sistemas que han caído en el fracaso. El comunismo y el fascismo han provocado retraso, hambre, miedo, y genocidios. El anarquismo no ha encontrado su espacio, pues es mucha la experiencia que demuestra que las personas necesitan gobierno, como ocurre ya no sólo en esta especie, sino en practicamente todas las que conocemos. La teoría de la democracia debería cubrir las esperanzas de progreso y bienestar. El pueblo es soberano, y decide voluntariamente quién le representa. Y además, vuelve a hacerlo cada determinado periodo de tiempo, donde concurren análisis y futuro del proyecto que gobierna y gobernó. Pero la democracia, nos está fallando, porque la hemos dejado a su suerte, porque no la hemos pasado a examen, porque la hemos dejado que se nos llene de una clase política vulgar, ausente de discurso, volcada en el enfrentamiento, en la desfachatez, en el peor de los ejemplos, en la corrupción, en el olvido sistemático de la función de servicio al ciudadano, en definitiva, nos han acostumbrado a la decepción, y no hemos hecho nada. Personalmente, creo que esto tiene mucho que ver con el nivel de bienestar y desarrollo que han traído años de crecimiento. El pueblo sólo se une cuando no puede más, cuando no puede comer, cuando no puede vivir. Y nosotros, la mayoría, hemos llegado a casa y teníamos la nevera llena, y nuestros hijos estaban bien, y teníamos techo y trabajo. En esa situación el pueblo es la persona, el individuo y su pequeño universo que le rodea. Por eso deberíamos aprovechar y que estas movilizaciones, esta palabra que despierta, no fuera sólo un encuentro de disgustos, una mera intención de dejarse oir, de no sentirse cómplice de un sistema que ahora pretende descargar toda la responsabilidad en el ciudadano. No, no debemos dejar que todo se pierda en una mera declaración de intenciones. Ocurrirá lo mismo. Las movilizaciones se convertirán en anécdota. El silencio de las urnas se extenderá como la pólvora, y de nuevo estaremos a merced de un bipartidismo que ha fracasado, que no genera ilusión, que sabemos quién hay y qué le mueve. Una propuesta de nada, un futuro temerario, y una corrupción asfixiante, son los platos únicos de una democracia que hay que rescatar. Es necesario no dejar pasar más tiempo. Las protestas ciudadanas deben materializarse en un cambio, y este cambio debe tener el respaldo de una serie de propuestas que sean exigentes con nuestros gobernantes. Yo propongo dos. Una: Aprovechar el empuje de las redes sociales para ofrecer formaciones políticas alternativas. Estamos deseando escuchar, creer, motivarnos, y tener esperanza. Estoy convencido que la gente se volcaría con un grupo que ofrezca proyecto de trabajo y enmienda a la decepción habitual y demagogia de la política actual. Tal vez, un grupo que hable más de gestión que de política. Dos: Fundamental. Un comité ciudadano de auditoría, para la revisión del cumplimiento de las promesas electorales y la vigilancia contra la corrupción. Con potestad suficiente para la denuncia ante los tribunales y la moción de censura llegado el caso. No puedo permanecer ausente, a veces sentimos que poco podemos cambiar. No recordamos el triunfo que somos. Lo importante que nos hace. Hemos olvidado el cuerpo que tanto hacemos por él. Cada individuo es un milagro. Y no es una palabra grande. Es una palabra a medida. Somos muchos millones de años de un Universo que nos ha querido. Podemos ciertamente con todo, si somos capaces de perseguir los sueños con los ojos bien abiertos. No debo permanecer ausente. Tú tampoco. Fernando.

18/5/11

Defensa de la poesía (Manifiesto)

Que cada cual opine, pero esta ofensiva lanzada por Visor y los que dicen representan a la poesía en español hoy, está trayendo una polémica sana y necesaria, parece que por fin algunas máscaras están cayendo y algunos se ponen en marcha. Con criterio y contraste de opiniones se puede estar a favor o en contra, --por la boca muere el pez--.

Félix Menkar

P.D.- en próximas entradas subiré poemas de los que --según el canon VISOR-- son los poetas en español que representan los presupuestos manifestados a continuación (y que cada uno decida, que somos mayorcitos)



Defensa de la poesía [Manifiesto]


El momento de la Historia que nos ha tocado vivir está marcado por la incertidumbre en todos los sentidos. Cuando pensábamos que el siglo XX agonizaba y con él los grandes temores y catástrofes capaces de minar la fe en la humanidad, no han surgido los puentes que destruyan nuestros precipicios. Al contrario, resulta más difícil intuirlos, imaginarlos. La incertidumbre parece abarcarlo todo: la política, la moral, la economía, las nuevas formas de comunicación que paradójicamente han provocado una mayor incomunicación... También las viejas utopías que parecieron realizables y llenaron de ilusión a millones de ciudadanos se han desmoronado mostrando sus miserias cuando han sido suplantadas por los hombres, añadiendo aún más incertidumbre a todo lo que nos rodea.

Nuestra generación está marcada por esta incertidumbre y creemos que es necesario hacer un alto en el camino, reflexionar, mirarnos a los ojos, establecer una cercanía menos artificial, más humana. La poesía puede arrojar algo de luz para alcanzar algunas certidumbres necesarias. "La poesía es un modo de ajustar cuentas con la realidad", ha repetido muchas veces el poeta español Luis García Montero. Sin duda sucede así en los buenos poemas, aquellos que son capaces de provocar emoción, de conmover, de hacer pensar, de llenar un vacío que nos acompaña.

"Deseo expulsar de mí cualquiera palabra, cualquiera sílaba que no nazca de la combustión de mis huesos", escribió el mexicano Ramón López Velarde en 1916. Casi un siglo después, el poeta Joan Margarit trataba de explicar, porque realmente se hacía de nuevo necesario, que el límite de la poesía es el de la emoción.

La emoción no puede estar de moda. La emoción es universal e intemporal. Y la poesía tiene que emocionar. Ante tanta incertidumbre, para nuestra sorpresa, una gran parte de los nuevos poetas en español se han adscrito a una tendencia tan experimental como oscura. Como los hombres que rodeaban a Orfeo para escucharlo tocar su lira y de ese modo hacer descansar su alma, asisten a las preguntas de nuestro tiempo tratando de ignorarlas, entregándose al arte por el arte, renunciando a las preocupaciones que conmueven a la gente normal, a las almas que buscan respuestas, que rozan el milagro de la supervivencia y que se hacen preguntas, que sienten la incertidumbre en sus manos y en sus aspiraciones. Esa reacción de los artistas, de los poetas en particular, no es nueva. Los jóvenes siempre han tenido la tentación de contradecir a sus mayores en un arrebato adolescente en busca de construir sus identidades. En la poesía actual, ese camino supone oponerse a quienes tanto han trabajado para que la poesía se entienda, se humanice, se aproxime a la gente corriente. Si en la segunda mitad del siglo XX los mejores poetas de nuestra lengua abandonaron las liras y las torres de marfil, la poesía última, en busca de un nuevo camino, de una nueva actualidad literaria, se ha subido a un pedestal. En esta tarea se han visto legitimados por algunos poetas cuyos proyectos literarios fracasaron de manera estrepitosa precisamente por abrazar el barroquismo gratuito y la frivolidad de la moda literaria. Ahora buscan una segunda oportunidad elogiando lo que precisamente les condujo al callejón sin salida de las palabras huecas.

Queremos mostrar nuestra desolación ante esta dinámica que nos parece destructiva para la poesía porque conduce, de manera inevitable, a su deshumanización. Admiramos a poetas a los que hemos tenido o tenemos la suerte de conocer, como Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Gonzalo Rojas, Claribel Alegría, José Hierro, Luis García Montero, Benjamín Prado (y los poetas de la conocida como Poesía de la Experiencia), Juan Manuel Roca, Marco Antonio Campos, Jorge Boccanera, José Emilio Pacheco, Mario Benedetti, Gioconda Belli, Oscar Hahn, Omar Lara, Waldo Leyva, Piedad Bonnett... Ellos siguieron el camino, la tradición literaria de Rafael Alberti, Antonio Machado, César Vallejo, el primer Octavio Paz, Pablo Neruda, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Luis Cernuda... Son muchas las lecciones que pueden desprenderse de ese largo camino. Han escrito una poesía perfectamente entendible, han procurado reflexionar sobre el mundo que los rodeaba tratando de ordenarlo en un poema, han dialogado con sus fantasmas y con sus lectores, estableciendo una comunicación imprescindible en cualquier género literario, y han huido de las modas y de la actualidad poética, es decir, nunca han escrito contra nadie, no han tratado de ser novísimos. Estamos convencidos de que no se puede escribir poesía contra alguien, del mismo modo de que la peor idea de todas es escribir un poema sin ideas.

Los discursos fragmentarios, el irracionalismo como dogma y el abuso del artificio han supuesto la ruina de la poesía en muy diferentes etapas de la historia de la literatura. Han hecho tanto daño, que hoy la poesía está considerada como un género difícil que sólo leen los poetas, porque sólo parecen entenderse entre ellos como los habitantes de unas ínsulas extrañas.

Prueba de ello es el estado comatoso que tiene el panorama poético en la mayor parte de los países europeos, algunos de ellos con tradiciones literarias tan importantes como Italia o Francia. También es evidente la marginación que sufren los libros de poesía en cualquier espacio, ya sea una librería, un suplemento cultural, un periódico, una biblioteca... Los lectores empiezan a alejarse peligrosamente de la poesía, entre otras cosas porque cuando empezaban a intuir que se trataba de un género accesible, que transmitía emociones, algunos poetas de las nuevas generaciones están sembrando la oscuridad en la incertidumbre, eso por no mencionar las poéticas del silencio.

Cuando un poema no se entiende, el lector suele culparse a sí mismo, inducido por la idea generalizada de que el poeta es un ser con una sensibilidad diferente, superior. Una idea tan falsa como interesada. Si un poema no se entiende el único responsable es quien ha tratado de establecer la comunicación. O bien no ha sido capaz por sus limitaciones, o bien no lo ha conseguido porque no era su propósito, porque sólo buscaba la erudición y el artificio, algo que está bien visto, que tiene buena prensa y que provoca una palmadita en la espalda de la crítica, sumida en gran parte en la misma torpeza. Si un poema no se entiende, por lo general lo que sucede es que el poeta no ha hecho bien su trabajo. Los poetas somos personas normales, con los mismos temores y preocupaciones que el resto de los seres humanos, aunque tratemos de mirar con atención lo que nos rodea, buscando lo que hay detrás de la apariencia, para después afrontar el acto de incertidumbre que es escribir un poema que pueda arrojar algo de luz a la realidad.

Por estos motivos, todos los inventarios simbólicos artificiales que alejan a la poesía de su consustancial sentido comunicativo no hacen sino ocultar una falta de latido vital o de auténticas ideas. Los versos puros no necesitan disfraces ni simulada complejidad, simplemente redefinen las peculiaridades de la realidad sin abandonar jamás la atalaya de los sueños.

"Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas, / y una voz cariñosa le susurró al oído: / --¿Por qué lloras, si todo en ese libro es de mentira? / Y él respondió: / --Lo sé; / pero lo que yo siento es de verdad". Este poema de Ángel González resume de forma excepcional lo que entendemos como el milagro de la poesía, la capacidad de transmitir un sentimiento gracias al idioma y a los diferentes recursos que ofrece el género. Sin ese intento de transmitir emociones, de llenar un vacío, de reflexionar sobre el mundo, de convertirse en mil hombres; el poema está hueco, no tiene vida.

Hoy es necesario superar el artificio estéril y soso, el poema que no dice nada, el poema que enuncia y enuncia y jamás encuentra el sentido, la histeria por el experimento per se, la ingenua búsqueda de una "novedad" que jamás se halló.

La poesía nace, como todo arte, de un sentimiento humano universal como es el anhelo trascendente. Va mucho más allá de los atrevidos juegos de estilo o las oscuras construcciones lingüíticas que parecen facturados sólo para un selecto grupo de iniciados. La poesía ha pertenecido y pertenecerá siempre a la humanidad entera, es un caleidoscopio luminoso y claro que se adentra en los recovecos más recónditos de nuestra conciencia. Nace desde un yo poético pero se remansa indefectiblemente en el nosotros, creando ese espacio de comunicación universal que puede existir tan sólo entre corazones humanos liberados de escudos y armaduras. La poesía no encadena ni encorseta a su lector u oyente con fingimientos prefabricados o yuxtaposiciones carentes de significado íntimo. Al contrario, la poesía nos libera y nos reviste de nobleza, pues propicia la sensibilidad a los estímulos del mundo exterior.

En definitiva, somos partidarios de una poesía que formalmente incluso alcance el preciosismo. Pero creemos en una poesía que además comunique, que diga algo, que porte sentido. Una poesía que conmueva y, en el mejor de los casos, estremezca, cimbre, cumpla con el rigor de lo poético que pedía Robert Graves, cuando se refería a la diosa blanca: "El motivo de que los pelos se ericen, los ojos se humedezcan, la garganta se contraiga, la piel hormiguee y la espina dorsal se estremezca cuando se escribe o se lee un verdadero poema, es que un verdadero poema es necesariamente una invocación de la Diosa Blanca". El poema entonces, también es un dictado, un puente hacia lo otro, hacia lo más. Quizá Borges, mitad con ironía, mitad en serio lo explique mejor cuando contaba lo siguiente: "Se trata de una cita de Bernard Shaw. A éste le preguntaron: "¿Usted cree realmente que el Espíritu Santo ha escrito la Biblia?", y Bernard Shaw contestó: "No sólo la Biblia, sino todos los libros que vale la pena releer." Es decir, para Bernard Shaw,el Espíritu Santo es lo que antiguamente llamaban la Musa."

Pero, a fin de cuentas, ¿la musa para qué y por qué? Porque todo se hace para alguien, y la musa es la emoción y el talento, una metáfora de la necesidad de comunicación que tienen todas las personas, de sentirse comprendidas, de encontrar respuestas. Y también para dar cuenta de nuestra existencia concreta, del aquí y el ahora, de la manera en que participamos del mundo. Para mostrar la sensibilidad de nuestro tiempo, un tiempo lleno de incertidumbre sobre el que la poesía puede seguir arrojando algo de luz si los poetas quieren.

Seguimos creyendo que una de las misiones de la poesía es enfrentarse al poder. Y el poder de hoy no hace más que invitarnos al silencio, al fragmento, a las subjetividades ensimismadas y a la pérdida de diálogo entre las conciencias. Queremos decirle adiós a todo eso.


La editorial Visor Libros ha publicado la antología Poesía ante la incertidumbre, en la que un grupo de jóvenes autores de España e Hispanoamérica reivindican una poesía que ante todo se entienda y emocione en un tiempo "lleno de incertidumbres".Alí Calderón (México), Andrea Cote (Colombia), Jorge Galán (El Salvador), Raquel Lanseros (España), Daniel Rodríguez Moya (España), Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua), Fernando Valverde (España) y Ana Wajszczuk (Argentina), tienen en común, además del idioma, unas importantes trayectorias literarias. Pero sobre todo comparten la misma visión de la poesía.

12/5/11

Una poesía en libertad. Miguel Angel Curiel


He querido que estas palabras fueran más transparentes que de costumbre, que no las vierais ni siquiera en el papel, sino en la voz que siempre intenta dejarlas allí arriba para que caigan despacio sobre el agua. Quería hablar de una poesía que no rescindiera su misión de discurso moral y ético, y de espacio de autentica libertad. Aves y hombres juntos volando. Y oigo el eco de los agoreros, el eco de los falsarios, y veo el monopolio, la dictadura de lo blando, de lo que nos falta a la inteligencia, de lo amarillo, la etiqueta burda, y leo la poesía blanda e imbécil de nuestros tiempos. Blanda, esa es la palabra que produce en la boca asco. He querido que estas palabras arrastren a otras. He dicho simplemente no a la poesía de la experiencia porque en verdad carece de experiencia. Yo tengo experiencia de vida y de muerte y mi poesía, o mi reino de palabras transparentes radica en eso, en mi experiencia verdadera, y no en una experiencia falsaria, en una construcción literaria, en una filología vacía. Necesito para esto que mis palabras entablen conmigo una relación esencial, una relación pura, y a veces será clara y otras oscura, será lo que ella quiera ser. Y necesito encontrar mi lengua para esto, mis palabras en la ceniza de mis palabras. Es así que manifiesto una necesidad ahora de una poesía en libertad, una poesía que no ataje, que se encuentre en el centro del lenguaje y no en el de la filología. Una poesía que no sea secuestrada. Voces a media altura, y aves y hombre volando a media altura en la luz. Sumaros a estas palabras y no tengáis miedo.
Miguel Ángel Curiel

(Tomado del blog de Viktor Gómez e inicio de un debate que se presume largo y...necesario.)

10/5/11

Joan Brossa, entrevista...¿qué es poesía visual?


Para usted, ¿qué es la poesía visual?

J.B.- “La poesía visual no es ni dibujo ni pintura, es un servicio a la comunidad. El que se agote dependerá del talento de la gente que la hace. Aquí no hay un código, estás al descubierto”.

“La poesía visual es hija de nuestro tiempo en el que las artes visuales están muy desarrolladas por el cine, anuncios, señalizaciones... La poesía visual nace aquí, sería un instrumento de la sociedad de consumo en manos del artista. No tiene que ver con la ética de la sociedad de consumo. Es más, ésta genera un lenguaje que puede utilizar el poeta de forma ética”.

“La poesía visual, creo que nace a causa de la importancia que tiene la imagen en nuestro mundo. La sociedad te ofrece una serie de códigos a tu alcance que se pueden utilizar fácilmente; por ejemplo, porque la gente está acostumbrada a ver una flecha y entender su mensaje. Por lo tanto, todo este sistema de lenguaje se puede aplicar a la poesía. De hecho, es volver a los pictogramas. El principio de la escritura nos remite a los pictogramas y a los ideogramas. Es necesario reencontrar en la imagen de las letras el rastro de una figuración perdida”.

“De cualquier manera, eso que se llama poesía visual es algo que aún se está constituyendo. ¿Lo que es poesía visual? Puede ser muchas cosas, hay tentativas de definición, pero lo que importa en este momento es que está siendo hecha. Una buena definición es que al practicarla se encuentra una nueva dimensión entre lo semántico y lo visual”. “Es una mudanza de código, mas el motor es el mismo. Y este cambio de código se produce por la importancia que tiene la imagen en nuestra civilización. La poesía visual es un poco poesía expresiva. De escribir una cosa a describirla hay un paso”.

.“Mi poesía visual está hecha de correspondencias que dan como resultado la sorpresa de la imagen o del objeto. Todo esto lo digo ahora, analizando el trabajo hecho, cuando lo hago no me lo pienso tanto”.

7/5/11

La hamaca de lona, revista literaria echa el cierre


Este número, el 28, el correspondiente a este mes, abril, es el último de esta revista literaria, La hamaca de lona, por cuyas páginas, a lo largo y ancho de estos últimos años, desfilaron poemas y relatos de autores pertenecientes a prácticamente todas las corrientes literarias. Se trataba de una revista que, sin duda, merece el calificativo de heterogénea. Cuando una revista, y más una de estas características, echa el cierre sucede lo mismo que cuando un amigo se va: algo se muere en el alma.



El hombre, el poeta, que hizo posibles estos 28 números no es otro que Juan Antonio Mora, una de las mejores personas que he tenido la suerte de conocer gracias a la poesía, una de las personas que me mejor se comportaron conmigo, una persona que me demostró con hechos y palabras su hospitalidad y su generosidad. Un hombre, un poeta, que todavía, a estas alturas de la película, creía que era posible que la poesía pudiera cambiar el mundo, para mejor claro.

Su carta de despedida no tiene desperdicio:


Este último número, el 28, cuenta con poemas y relatos de, y flípalo, escritores de la talla de:
Begoña Abad, Felipe Alcaraz, Alfonso Armada, María Luisa Balda, José Ángel Barrueco, Pilar Blanco, Pedro del Pozo, José Elgarresta, Matías Escalera Cordero, Ferrán Fernández, David González, Luis Antonio González Pérez, Ángel Guinda, Salvador Gutiérrez Solís, Marisol Huerta, Francisco Javier Irazoki, Chantal Maillard, Alicia Martínez, Juan Francisco Mora, Manuel Moya, Vicente Muñoz Álvarez, Julia Otxoa, Anxo Pastor, Miguel Pastrana de Almeida, Carmen Peralto, Roxana Popelka, Raúl Quinto, Jorge Richmann, Mara Romero, Nuria Ruíz de Viñaspre, María Salgado, Bernardo Santos Ramos, José Iván Suárez, Javier Vázquez Losada, Ana Vega, Joseph Wilson y Felipe Zapico Alonso.

De Julia Otxoa, a la que tuve la suerte de conocer en Córdoba hace unos meses, son estos 2 poemas:



Yo me dirigía a él por su apellido: Mora. Y él siempre insistía en que le llamase Juan. Pero nada, yo erre que erre: Mora. No me salía llamarle Juan. El caso es que para esta ocasión, cuando Juan se puso en contacto conmigo, le envié dos poemas inéditos: uno lleva por título Ceguera y el otro Julian Key, y que forman parte de mi próximo poemario: No hay tiempo para libros, enBartleby Editores:



La cita de Jorge Riechmann en la contraportada viene que ni pintada para cerrar la andadura de esta revista,La hamaca de lona, y de su editor, Juan Francisco Mora: Somos lo que regalamos: y esta revista literaria, merced al esfuerzo, a la ilusión y al trabajo de Juan nos ha regalado poemas y relatos francamente buenos, inolvidables. Pero, a mi juicio, el mejor regalo que nos ha hecho es la certeza de que si se hacen las cosas con amor quizá, después de todo, sí sea posible cambiar este mundo, para mejor claro:


Muchas gracias, Juan, hermano. Por todo.

4/5/11

Gonzalo Rojas, 20.12.1917 --- 25.04.2011



Muchachas


Desde mi infancia vengo mirándolas, oliéndolas,
gustándolas, palpándolas, oyéndolas llorar,
reír, dormir, vivir;
fealdad y belleza devorándose, azote
del planeta, una ráfaga
de arcángel y de hiena
que nos alumbra y enamora,
y nos trastorna al mediodía, al golpe
de un íntimo y riente chorro ardiente.
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La loba

Unos meses la sangre se vistió con tu hermosa
figura de muchacha, con tu pelo
torrencial, y el sonido
de tu risa unos meses me hizo llorar las ásperas espinas
de la tristeza. El mundo
se me empezó a morir como un niño en la noche,
y yo mismo era un niño con mis años a cuestas por las calles, un ángel
ciego, terrestre, oscuro,
con mi pecado adentro, con tu belleza cruel, y la justicia
sacándome los ojos por haberte mirado.

Y tú volabas libre, con tu peso ligero sobre el mar, oh mi diosa,
segura, perfumada,
porque no eras culpable de haber nacido hermosa, y la alegría
salía por tu boca como vertiente pura
de marfil, y bailabas
con tus pasos felices de loba, y en el vértigo
del día, otra muchacha
que salía de ti, como otra maravilla
de lo maravilloso, me escribía una carta profundamente triste,
porque estábamos lejos, y decías
que me amabas.

Pero los meses vuelan como vuelan los días, como vuelan
en un vuelo sin fin las tempestades,
pues nadie sabe nada de nada, y es confuso
todo lo que elegimos hasta que nos quedamos
solos, definitivos, completamente solos.

Quédate ahí, muchacha. Párate ahí, en el giro
del baile, como entonces, cuando te vi venir, mi rara estrella.
Quiero seguirte viendo muchos años, venir
impalpable, profunda,
girante, así, perfecta, con tu negro vestido
y tu pañuelo verde, y esa cintura, amor,
y esa cintura.

Quédate ahí. Tal vez te conviertas en aire
o en luz, pero te digo que subirás con éste y no con otro:
con éste que ahora te habla de vivir para siempre
tú subirás al sol, tú volverás
con él y no con otro, una tarde de junio,
cada trescientos años, a la orilla del mar,
eterna, eternamente con él y no con otro.

3/5/11

David Moreno. Superficialidad

En Sevilla, Performance SUPERFICIALIDAD en las noches del Cangrejo Pistolero el11 octubre del 2007......

1/5/11

Ana Mendieta



"Mi arte es la forma en que restablezco los lazos que me unen al universo. Es un regreso a la fuente materna. Me convierto en una extensión de la naturaleza y la naturaleza en una extensión de mi propio cuerpo. Este acto obsesivo de reafirmar mis lazos con la tierra es en realidad una reactivación de creencias primigenias, una fuerza femenina omnipresente, la imagen posterior de estar encerrada en el útero, es una manifestación de mi sed de ser"

Ana Mendieta (1948—1985)