19/4/10

Cecilia Quílez. Codex de Poetas

Cecilia Quílez Lucas, 1965 Algeciras (Cádiz). Ha publicado dos libros de poemas: La posada del dragón (Ed. Huerga & Fierro) y Un mal ácido (Ed. Torremozas) Este último ha recibido una mención especial del Premio Villa de Madrid de Poesía "Francisco de Quevedo" y obtenido críticas favorables en El Cultural, ABC de las Letras, Diario de Ávila, Diario de Navarra y República de Letras. Ha colaborado en el programa de radio Onda Sur y coordinado y dirigido exposiciones de pintura y escultura en numerosas instituciones de arte y en los catálogos de éstas. Tiene varios relatos y artículos publicados en diversas revistas y publicaciones (Álbum de las Letras, La Cultura de Madrid, Microfisuras, Punto de las Artes, Diario el Mundo, Ágora, Revista de Museología, Actas Poesía Última de la Fundación Rafael Alberti, etc.) e igualmente en algunas webs literarias. También ha participado como ponente en diferentes jornadas sobre literatura y realizado recitales y presentaciones dentro y fuera de España así como en programas de televisión y radio. Acaba de ser incluida en una antología poética elaborada por la Editorial Espasa Calpe y en una selección de poetas españoles y portugueses. En breve saldrá publicado su próximo poemario El cuarto día editado por Calambur. Actualmente trabaja en la finalización de una novela y un cuento para niños.

Y

Mis pechos.
Las clavículas.
La cinta sucinta del talle.
Los muslos adheridos.
Mis pies sobre puntas de bailarina.
Una Y sin cabeza soy,
esbozo del dibujo casi
perfecto
para que alguien
un año de estos
me convierta en X
cuando ya todo acabe.


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Urbanitas


Algunos días salgo a la calle
con mi lista de tareas imposibles,
pensando casi siempre
en ir tachando cada una.
La calle que conozco tiene dientes
escondidos en las esquinas.
Salgo así,
viva, sencilla,
pero siempre oigo a alguien
que lamenta desgracias.
Yo no hago nada
ni quiero hacerlo.
En cualquier ciudad
todo parece un milagro.
Incluso morirse
en una de esas esquinas.


--de "
Un mal ácido" de Ediciones Torrezmozas 2006



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PUNTO DE FUGA

Tengo el sexo débil.
Ya no advierto el rastro
que dejan los dedos en la piel.
Me quemé y ardí,
pira ignorada de codicias estériles.

Mi lujuria es una almohada
de plumón sintético.
Me bebieron sin reservas
y me quitó el aliento
el lecho que me lo había dado.

El culto al cuerpo es una lengua
indecente y reservada.
Entreno a mi soldado a oscuras.
Sé que no necesita más que oír
que lo hace correctamente.

Estoy muerta de orígenes
y viva de sucesos inmediatos.
Tránsfuga sepultada y pretérita
del verbo ser.


(del libro –de próxima aparición “El cuarto día”)

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