9/6/10

Angus Linuesa. Codex de Poetas

Fotografía de Félix Menkar

Agustín Linuesa Cáceres nace en Valencia en 1986. Ahora vive en Torrent (Valencia) donde estudia, come y duerme, trabaja y escribe, no siempre en este orden. En un cajón, debajo de su piel y de su cama hay algún que otro poemario esperando ver la luz.


Coloque aquí su fotografía…

amábamos a dios y a los policías en aquel entonces
en la séptima caricia te volvías hemorragia y
venías y
me decías ardor en el estómago y
me entregabas la carne de los ciervos tan tierna y
esparcías la ciencia que yo más odiaba sobre la cerveza helada todavía
amábamos a dios y a América porque no era bella
y vomitábamos café con las piernas abiertas
nos estallaban los ojos de luz roja, yo
me sentía vivo en las tormentas, conducía entre la nieve,
me tomaba fotografías en la cascada, follábamos también al norte,
que era pálido como un cuerpo seco, amábamos
a dios y / a los policías porque / amábamos
también a los miserables sin pan, como al Rock & Roll
como a los peces y las esquinas
los ascensores los cementerios las autoescuelas las comisarias
los parques los insectos la facultad los grandes almacenes
los incendios
las escaleras amé
incluso a los que jamás aparecen en poemas,
a todos esos, a los asesinos, a los violadores, a los diputados
amé hasta por los dientes
pero ahora
te regalan bicicletas
tienes palabras hermosas, genitales aplastados, tienes tu nombre
en un cuerpo ajeno
ahora ceniza sobre la carne
yo que tan solo sé destripar mariposas, que no aprendí jamás
ningún oficio que no fuera el de roca, o el de trigo de ciento, merodeador o
tierra prometida
que masturbé tu cuerpo rosado tantas veces como pude, yo
que tuve miedo de Inglaterra / amé y sin embargo
me mantengo con vida”

- - - - - -

Muerte del Niño-Serpiente

Yo sé que van a matarte
Y no habrá salud o cisne rojo que
te vuelva los párpados.
Ni madre que cante, o te retire la muerte del resto del cuerpo
Yo sé que van a matarte.
Por querer regresar ahí, donde estuviste en la muerte de todas las cosas,
los que arrancan la carcajada del pecho triste.
De tu pecho pequeño y estallado en esfera, sembrado
en los cementerios del país.
Llovieron
En tu sonrisa de conflicto, cuando el mar se hizo roca o plomo
Con tus dedos pequeños de tiza / jugabas con balas entre los dedos mordidos /
Jugabas con tizas pequeñas
Yo sé que van a matarte y
Nadie
Te cubrirá cuando el bombardeo,
Cuando
hermosa la nana de tu muerte de niño-serpiente, en el lugar elegido
desde el que observan armados
la sangre, los otros
Yo sé que van a matarte y no habrá nadie que te despida
o te nombre
Y no habrá madre / No
No habrá madre y
las libélulas calladas te besaran la boca.
-
- - - - - - - -
“de amor y otras sustancias”

--fragmento--

“la que alimenta tu boca y cercena tu voz, la que impide el canto del marinero, el nacimiento del dragón, el ala de avestruz
como una infección es la serpiente
la espiral que ha de resumir el proyecto de nuestras calaveras, el horror de nuestros hijos
la que colmó de óbito los sueños
y permite el asco en cualquier episodio de amor”

No hay comentarios:

Publicar un comentario