29/4/18

Berta García Faet_Los Salmos Fosforitos

Recomendable libro-experimento-rio-lenguajeo-poesía en estado puro


LI.
Yo también he sido así, desde el óvulo:
un lloriqueo amplio, intercalado
de números impares y de lyrics.
Y nada más. Así es la vida.
Bueno, sí: y nada más
y nada menos que 11’03 novios. Cuando tenía 11’03 años,
sufría sufría sufría
porque sufría; ahora ahorita ahoritita no, porque algo
fffffffffffffffffffffffffff ffffff   ff          fffff         ffffffffbueno, sí
más o menos he aprendido:

“me he investigado a mí mismo”, dijo Heráclito;
“y no me duele”,
dije yo, “y yo también
digo mentiras”. Pero no pasa nada. A veces lloro no me ves
no pasa nada. Hace 1.001 noches

o vicisitudes fucsiaocres que no lloro.
El problema es que me río,
sin conjeturas;
a veces no me ves. Otras veces M. Bovary c’est moi

quien desvía la mirada, y tal;
soy yo quien llora delos sus oios
porque sucede que soy un collage
de rabietas (y/o cuchichíes). No, en serio,
en este poema debo auto-representarme
como “nena quejicosa” como “espantadiza
perdiz” “púber
y depresiva”
pero sucede que soy
simple,
SORPRESA
feliz. A mí qué me importa
el existencialismo! Bueno, sí me importa:
y nada más
lejos de la realidad que Berta García Faet
(qué vergüenza!)
cual piedra.
En este poema debo auto-representarme piedra
a piedra; sin
consecuencia,
utilizo la 3ª persona del plural (qué vergüenza!);
quiero dejar constancia de que no todo fue
burla y mentira.
Quiero dejar constancia de que
no todo se fue.
Quién se fue?
Qué vergüenza!


-Planteaste tu anterior libro, Los salmos fosforitos, como “una lectura acompañada” de Trilce, el poemario de César Vallejo ¿se trata de una obra para lectores especializados?

-No sé si especializados… frikis desde luego. Los lectores y lectoras posibles son los que disfrutan leyendo las cosas dos veces, palabra por palabra, los que disfrutan de lo obsesivo-compulsivo de una estructura, de los guiños… Y claro, idealmente recomiendo leerlo, al menos en algún momento para rebajarle el drama y aumentarle lo lúdico, junto a Trilce, ya que mi texto está muy muy relacionado con él, muy al detalle.

 Entiendo que es un libro que requiere otra práctica y otro placer lector al que, por muchos motivos, en España no estamos acostumbrados (no digo que sea peor, pero la tradición literaria es distinta a la latinoamericana, por ejemplo). Requiere de un tipo de pasión muy muy friki por la poesía, poesía un tanto extraña, pues si bien es tremendamente emocional, no hay lugar a una lectura metafórica o alegórica o esta tiene sus límites. Aunque quizás no sea así y éste es mi prejuicio. Quizás pueda disfrutarse con otro tipo de pacto o expectativa lectora. A mí me da mucha felicidad cuando alguien lee Los salmos. Ha de causar mucho desconcierto, me imagino, ojalá que sea un desconcierto amigable, porque la exposición sentimental ahí es brutal. Mi deseo sería toparme con lectores amigos.

Fragm.extraido de Valencia Plaza.com

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