Las alas de la vida

Toni Canet 2006.

Documental

Este viernes día 18 de los abriles, nuestra querida Cayetana nos ha regalado una película de esas que no dejan indiferente: “Las alas de la vida”, en Versión Española de La 2 hemos podido visionar un testimonio único, que ha pasado ya por festivales, congresos, foros y debates, pero nunca por la pantalla masiva de la TV, es muy recomendable visitar su web para más info y descargas: http://www.lasalasdelavida.com/index.html.

Por mi parte, agradecer a todos los que idean, producen y difunden trabajos como este que hacen que la vida siga valiendo la pena, y de paso apuntar unas cuantas reflexiones.

Con "Las alas de la vida" se nos muestra un testimonio vital y confesional en primera persona, pero lejano al dramatismo y la lagrima fácil, es más bien un tributo poético a la vida y a la aceptación de la muerte. Echarle coraje, narrar –como hace magníficamente Carlos Cristos en primera persona--- tu propia degeneración es echarle huevos al asunto y solo unos pocos lo consiguen. La emotividad y la distancia, el estar dentro, sufriendo moralmente e intentar ver la propia derrota del cuerpo que poco a poco va dejando de funcionar de una manera objetiva como estudiando, reflexionando, sorprendiéndose de, seguir un día más, aun vivo. Conviviendo con la incertidumbre, pero sin levantar muros de silencio, mirando a los ojos de los que te rodean y decirles: sigo aquí.

Carlos no es creyente, no tiene fe en otra vida más allá de este tránsito nuestro por este lodazal, pero si tiene esperanza, de que su paso haya servido para algo o para alguien, de que haya valido la pena, de intentar ayudar, de que lo que nos rodea sea mas habitable, más humano. Generosidad y entrega. Abrazos y lucha. ¿No es un acto poético? Carlos sabe que un día de estos va a morir (como todos) y no tiene miedo, no cierra los ojos ni se deja llevar por la desesperación, no tira la toalla, pero tampoco pide que le dejen vivir mas de lo necesario, que no intenten alargarle la agonía, cuando ya el cuerpo se colapse.

Jodido pero contento, dice repetidamente, (una curiosa adaptación de la canción de Concha Buika, cantante guineana-mallorquina) que enarbola como bandera.

Toni Canet el director y todo el equipo y la familia, los amigos de Carlos nos han hecho, a los espectadores, a los agraciados que hemos podido verla, un REGALO, así en mayúsculas, gracias a trabajos altruistas como este podemos seguir teniendo algún tipo de esperanza, de luz al final del túnel. Podemos reír y llorar al mismo tiempo, sin vergüenza y con mucha dignidad. O como dice Carlos Cristos: “mientras haya música seguiremos bailando y si es posible con una sonrisa”

Félix Menkar.